Jeep Grand Cherokee Overland 2.7 CRD · 163 CV (2004-2005)

1999
Gasóleo
AWD
Automático 5v
Jeep Grand Cherokee - Vista 1
Jeep Grand Cherokee - Vista 2
Jeep Grand Cherokee - Vista 3
Jeep Grand Cherokee - Vista 4

Especificaciones y análisis del Jeep Grand Cherokee

Potencia

163CV

Par

400Nm

Consumo

9.7l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

11.2s

Vel. Máx.

190km/h

Peso

1938kg

Precio

50,730

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 5v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

1105 L

Depósito

77 L

Potencia

120 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima163 CV / 120 kW
Par máximo400 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito77 L
Maletero1105 L

Análisis detallado del Jeep Grand Cherokee Overland 2.7 CRD · 163 CV (2004-2005)

Descripción general

El Jeep Grand Cherokee Overland 2.7 CRD representa la culminación de una era, un todoterreno que fusiona el inconfundible espíritu aventurero americano con la ingeniería diésel alemana. Lanzado en un momento en que los SUV de lujo comenzaban a dominar el mercado, este Grand Cherokee no renunciaba a sus raíces, ofreciendo una capacidad off-road legendaria vestida con un traje de gala. Es un vehículo que evoca libertad y poder, una máquina diseñada para conquistar tanto la jungla de asfalto como los caminos más remotos.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Grand Cherokee es una experiencia imponente. El motor 2.7 CRD de origen Mercedes, con sus 400 Nm de par desde bajas vueltas, empuja con una fuerza contundente y serena, haciéndote sentir que nada puede detenerte. La transmisión automática gestiona la potencia con suavidad, mientras que el sistema de tracción total Quadra-Drive inspira una confianza absoluta sobre cualquier superficie. No es un vehículo ágil en curvas, su naturaleza se inclina más hacia el confort en largos viajes y la dominancia fuera del asfalto, donde se siente verdaderamente en casa, flotando sobre los obstáculos con una calma soberbia.

Diseño y estética

Su diseño es un icono de la robustez americana. Las líneas cuadradas, la parrilla de siete ranuras y una presencia musculosa le otorgan un carácter atemporal que sigue girando cabezas. La versión Overland es la máxima expresión de lujo de la época, con un interior revestido en cuero, detalles en madera y un equipamiento generoso que te envuelve en una atmósfera de confort y solidez. Cada detalle, desde los asientos mullidos hasta la sensación de altura, está pensado para hacerte sentir el rey de la carretera y del campo.

Tecnología y características

La verdadera joya tecnológica de este Grand Cherokee no está en su pantalla, sino bajo su piel. El sistema de tracción total Quadra-Drive era extraordinariamente avanzado para su tiempo, capaz de enviar el par a la rueda con más agarre de forma casi instantánea. A esto se suma el fiable y eficiente motor diésel common-rail de Mercedes-Benz, una pieza de ingeniería que le otorgó un rendimiento y unos consumos muy razonables para su tamaño y peso. Aunque su tecnología de infoentretenimiento es de otra época, su ingeniería mecánica sigue siendo admirable.

Competencia

En su apogeo, el Grand Cherokee Overland se medía sin complejos con la aristocracia europea de los SUV. Rivales como el BMW X5 de primera generación, el Mercedes-Benz ML o el Land Rover Discovery ofrecían diferentes interpretaciones del lujo y la capacidad. Sin embargo, el Jeep siempre destacó por ofrecer un equilibrio único, combinando un nivel de lujo muy alto con unas aptitudes todoterreno que pocos de sus competidores directos podían igualar, a menudo con una relación precio-equipamiento más favorable.

Conclusión

El Jeep Grand Cherokee 2.7 CRD Overland es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es un vehículo para el aventurero que no quiere renunciar al confort, un clásico moderno que encapsula lo mejor de dos mundos. Su combinación de fuerza bruta, lujo confortable y una capacidad todoterreno casi ilimitada lo convierte en una opción profundamente emocional y carismática. Es un compañero de viaje leal, capaz de crear recuerdos imborrables en cada kilómetro recorrido, ya sea sobre asfalto o lejos de él.