Jeep Grand Cherokee SRT8 6.1 V8 Hemi · 426 CV (2006-2007)

2005
Gasolina
AWD
Automático 5v
Jeep Grand Cherokee - Vista 1
Jeep Grand Cherokee - Vista 2
Jeep Grand Cherokee - Vista 3
Jeep Grand Cherokee - Vista 4

Especificaciones y análisis del Jeep Grand Cherokee

Potencia

426CV

Par

569Nm

Consumo

16.4l/100

Emisiones

388g/km

0-100 km/h

5s

Vel. Máx.

245km/h

Peso

2270kg

Precio

69,340

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

978 L

Depósito

79 L

Potencia

313 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima426 CV / 313 kW
Par máximo569 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito79 L
Maletero978 L

Análisis detallado del Jeep Grand Cherokee SRT8 6.1 V8 Hemi · 426 CV (2006-2007)

Descripción general

El Jeep Grand Cherokee SRT8 6.1 V8 Hemi de 2005 es una bestia americana que desafía las convenciones. Con un motor V8 de 6.1 litros y 426 CV, este SUV no es solo un vehículo, es una declaración de intenciones. Su precio de 69.340 € en 2007 lo posicionaba como una opción exclusiva para quienes buscaban emociones fuertes y un rendimiento sin igual en un formato familiar.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Grand Cherokee SRT8 es una experiencia visceral. El rugido del motor Hemi al arrancar es una sinfonía para los amantes de la gasolina, y la aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5 segundos te pegará al asiento. A pesar de su tamaño y peso de 2270 kg, la suspensión deportiva y los frenos Brembo de 360 mm delante y 350 mm detrás ofrecen un control sorprendente, aunque no se puede negar su naturaleza de SUV de altas prestaciones. La velocidad máxima de 245 km/h es impresionante para un vehículo de estas características, pero su hábitat natural son las rectas y las autopistas, donde su potencia se desata con una facilidad pasmosa. El consumo de 16.4 l/100km combinado es un recordatorio constante de la sed de su motor, pero es un precio que se paga gustosamente por la adrenalina que ofrece.

Diseño y estética

El diseño del Grand Cherokee SRT8 es una mezcla de robustez y deportividad. Las líneas musculosas y la imponente parrilla Jeep se combinan con detalles específicos de la versión SRT8, como las llantas de 20 pulgadas con neumáticos 255/40 R20 delante y 285/40 R20 detrás, que le otorgan una postura agresiva y atlética. Su carrocería de 4785 mm de largo, 1870 mm de ancho y 1710 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2780 mm, le confieren una presencia inconfundible en la carretera. El interior, aunque funcional, se centra en la experiencia de conducción, con asientos deportivos y una atmósfera que invita a la acción.

Tecnología y características

Bajo el capó, el corazón tecnológico es el motor V8 Hemi de 6059 cc, con 426 CV a 6200 rpm y un par motor de 569 Nm a 4800 rpm. Este propulsor, con bloque de hierro y culata de aluminio, utiliza inyección indirecta para entregar su potencia de forma contundente. La transmisión automática de 5 velocidades y la tracción total (AWD) aseguran que toda esa fuerza se transmita eficazmente al asfalto. Aunque carece de las ayudas electrónicas más avanzadas de los vehículos modernos, su tecnología se centra en la entrega pura de potencia y en una mecánica robusta y probada.

Competencia

En su época, el Jeep Grand Cherokee SRT8 se enfrentaba a rivales como el Porsche Cayenne Turbo, el BMW X5 M o el Mercedes-Benz ML 63 AMG. Si bien estos ofrecían un refinamiento y una tecnología interior superiores, el SRT8 destacaba por su carácter más bruto, su sonido inconfundible y una relación potencia-precio muy atractiva para el mercado americano. Era el SUV de altas prestaciones para aquellos que buscaban una experiencia de conducción más directa y menos filtrada.

Conclusión

El Jeep Grand Cherokee SRT8 6.1 V8 Hemi es un icono de la ingeniería americana, un SUV que no se anda con rodeos. Es un vehículo para los que buscan emociones fuertes, un sonido embriagador y una potencia desmedida en un paquete práctico. No es el más eficiente ni el más refinado, pero su carisma y su capacidad para arrancar sonrisas lo convierten en una pieza de colección para los entusiastas del motor. Es un coche que se vive, se siente y se disfruta con cada aceleración.