Jeep Grand Cherokee 6.4 V8 HEMI SRT8 · 468 CV (2015-2017)

2013
Gasolina
AWD
Automático 8v

Especificaciones y análisis del Jeep Grand Cherokee

Potencia

468CV

Par

624Nm

Consumo

13.5l/100

Emisiones

315g/km

0-100 km/h

5s

Vel. Máx.

257km/h

Peso

2417kg

Precio

91,946

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 8v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

457 L

Depósito

93.5 L

Potencia

344 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima468 CV / 344 kW
Par máximo624 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 8v

Capacidades

Depósito93.5 L
Maletero457 L

Análisis detallado del Jeep Grand Cherokee 6.4 V8 HEMI SRT8 · 468 CV (2015-2017)

Descripción general

El Jeep Grand Cherokee SRT8 no es un SUV cualquiera; es una declaración de principios, una oda al exceso y a la pasión por el motor. En un mundo que se mueve hacia la eficiencia, este coloso americano planta cara con un corazón salvaje: un V8 HEMI de 6.4 litros y 468 caballos. Es la fusión improbable pero gloriosa de un muscle car y un vehículo familiar, una máquina que se compra con el corazón y se conduce con una sonrisa permanente.

Experiencia de conducción

Poner en marcha el SRT8 es un evento en sí mismo. El rugido profundo y gutural del V8 inunda el habitáculo y anuncia que algo especial está a punto de suceder. La aceleración es simplemente brutal, una patada en la espalda que te pega al asiento y catapulta sus más de 2.4 toneladas de 0 a 100 km/h en solo 5 segundos. A pesar de su tamaño, se siente sorprendentemente ágil gracias a su tracción total y a una suspensión adaptativa que obra milagros. Es una experiencia visceral, un torrente de potencia y sonido que te hace sentir invencible en cada recta y sorprendentemente confiado en cada curva.

Diseño y estética

Su estética es un reflejo fiel de su carácter: musculoso, imponente y sin complejos. La carrocería rebajada, los pasos de rueda ensanchados, el capó con entradas de aire y las gigantescas llantas de 20 pulgadas gritan 'rendimiento'. No hay sutileza aquí, solo una agresividad controlada que intimida y atrae a partes iguales. El interior sigue la misma línea, combinando el confort de un Grand Cherokee con detalles inequívocamente deportivos como los asientos de cuero con el logo SRT y las inserciones de fibra de carbono. Es una cabina que te acoge para un viaje largo pero que nunca te deja olvidar la bestia que llevas debajo.

Tecnología y características

Más allá de su fuerza bruta, el SRT8 estaba bien dotado tecnológicamente para su época. El sistema Uconnect incluía las 'Performance Pages', una delicia para los entusiastas que permite monitorizar desde tiempos de aceleración hasta fuerzas G. Incorporaba Launch Control para salidas fulgurantes y modos de conducción que adaptaban la respuesta del motor, la suspensión y la tracción a diferentes escenarios, desde un circuito hasta un día de nieve. Aunque su interfaz puede parecer algo anticuada hoy, la tecnología enfocada en el rendimiento era y sigue siendo impresionante.

Competencia

Este Jeep se enfrentó a la élite europea de los SUV deportivos, como el Porsche Cayenne Turbo o el BMW X5 M. Mientras que sus rivales alemanes ofrecían un refinamiento quirúrgico y acabados más lujosos, el SRT8 jugaba en su propia liga: la del carisma y la fuerza bruta americana. Ofrecía una experiencia más cruda, un sonido más auténtico y una relación potencia/precio difícil de igualar. Era la alternativa pasional y rebelde frente a la perfección teutona.

Conclusión

El Jeep Grand Cherokee SRT8 es un vehículo irracional y maravilloso. Es sediento, políticamente incorrecto y desafía toda lógica de compra sensata. Y precisamente por eso es tan especial. Es uno de los últimos representantes de una especie en extinción, un tributo al motor de combustión en su máxima expresión. Ofrece la emoción de un deportivo de alto calibre con la versatilidad de un SUV, una combinación que genera adicción. No es un coche para todos, es una joya para quienes entienden que el automovilismo también es emoción, sonido y alma.