Especificaciones y análisis del Jeep Wrangler
Potencia
118CV
Par
189Nm
Consumo
10.1l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
14.8s
Vel. Máx.
148km/h
Peso
1505kg
Precio
18,704€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
AWD
4 / 3 puertas
315 L
72 L
87 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Jeep Wrangler 2.5 techo lona · 118 CV (1996-2001)
Descripción general
El Jeep Wrangler de 1996 no es simplemente un coche; es una máquina del tiempo que te transporta a una era de pura libertad y aventura. Heredero directo de una estirpe legendaria, este vehículo encarna la promesa de escapar de la rutina y conquistar cualquier horizonte, convirtiendo cada viaje en una expedición memorable.
Experiencia de conducción
Conducir este Wrangler es una experiencia visceral y auténtica. Sientes la carretera a través de su dirección de recirculación de bolas y la robustez de sus ejes rígidos. El motor de 2.5 litros, aunque modesto en potencia, empuja con un carácter inquebrantable, recordándote que la verdadera emoción no está en la velocidad, sino en la capacidad de superar obstáculos. Sin techo, el viento y el sonido del motor se convierten en la banda sonora de tu libertad.
Diseño y estética
Su diseño es un icono atemporal, una declaración de funcionalidad y resistencia. Los faros redondos, la parrilla de siete ranuras y las formas angulosas no siguen modas, sino que obedecen a un propósito. Es un diseño honesto, donde cada bisagra expuesta y cada tornillo a la vista celebran su naturaleza mecánica y su espíritu indomable. Es inconfundiblemente Jeep.
Tecnología y características
La tecnología de este Wrangler no reside en pantallas, sino en su probada ingeniería todoterreno. Su fortaleza se encuentra en el chasis de largueros, la tracción total conectable y una simplicidad mecánica que inspira confianza en los lugares más remotos. Es la tecnología de lo tangible, diseñada para ser fiable y reparable lejos de la civilización.
Competencia
En su tiempo, se medía con vehículos como el Land Rover Defender o el Suzuki Vitara. Sin embargo, el Wrangler siempre jugó en su propia liga emocional. Ninguno de sus competidores podía ofrecer esa combinación única de herencia americana, capacidad para desmontar techo y puertas, y una imagen tan profundamente arraigada en la cultura de la aventura y la libertad personal.
Conclusión
El Jeep Wrangler de 1996 es una compra puramente pasional. Es un vehículo imperfecto para el día a día, pero perfecto para el alma. Representa la elección de quienes valoran la experiencia por encima del confort y la autenticidad por encima de la sofisticación. No es solo un todoterreno, es un compañero leal para crear historias inolvidables.