Especificaciones y análisis del Lancia Voyager
Potencia
163CV
Par
360Nm
Consumo
7.9l/100
Emisiones
207g/km
0-100 km/h
11.9s
Vel. Máx.
193km/h
Peso
2242kg
Precio
47,451€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
7 / 5 puertas
- L
76 L
120 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia Voyager 2.8 CRD 163 CV Gold Plus (2012-2013)
Descripción general
El Lancia Voyager de 2012 no es simplemente un monovolumen, es la materialización del viaje en familia. Representa una época en la que el espacio y el confort eran los reyes de la carretera, una oda a las largas travesías donde el destino es tan importante como el propio camino. Con su alma americana y un toque de elegancia italiana, este vehículo promete ser el escenario de innumerables recuerdos.
Experiencia de conducción
Al volante, el Voyager transmite una sensación de dominio y tranquilidad. Su motor diésel de 163 CV no busca la aceleración fulgurante, sino mover su considerable masa con una suavidad imperturbable. La transmisión automática y su suspensión orientada al confort filtran las imperfecciones del asfalto, convirtiendo cada kilómetro en una experiencia relajada. Es un crucero de autopista nato, un devorador de distancias que te aísla del estrés del mundo exterior y te invita a disfrutar del paisaje y la compañía.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones. Con más de 5,2 metros de largo, su presencia en la carretera es imponente y majestuosa. Las líneas, heredadas de su primo americano, son funcionales y robustas, suavizadas por la parrilla y los detalles cromados de Lancia. Pero es en su interior donde reside su verdadera magia: un habitáculo cavernoso y versátil, pensado para acoger a siete pasajeros con un nivel de comodidad y espacio que pocos vehículos pueden igualar. Es un salón rodante.
Tecnología y características
Para su época, el Voyager ofrecía una tecnología centrada en el bienestar de los ocupantes. El sistema de infoentretenimiento y las posibles pantallas para las plazas traseras lo convertían en un centro de ocio móvil. El motor 2.8 CRD, con inyección por conducto común, representaba una solución probada y solvente, aunque su consumo y emisiones, con una etiqueta B, reflejan el paso de los años. La ausencia de sistemas como el Start-Stop evidencia que su concepción pertenece a otra era automovilística.
Competencia
En el mercado de los grandes monovolúmenes, se enfrentó a titanes europeos como el Renault Espace, el dúo Volkswagen Sharan/SEAT Alhambra o el Ford Galaxy. Sin embargo, el Voyager jugaba en una liga ligeramente distinta. Mientras sus rivales ofrecían un comportamiento más similar al de un turismo, el Lancia apostaba por el gigantismo y el confort al más puro estilo americano, una propuesta única para familias que necesitaban el máximo espacio posible sin renunciar a un cierto estatus.
Conclusión
El Lancia Voyager es más que un coche; es un compañero de vida para familias numerosas. Es la elección de quienes priorizan el espacio, la comodidad en largos viajes y la sensación de viajar en primera clase. Aunque su agilidad en ciudad y su eficiencia no son sus puntos fuertes, lo compensa con una capacidad para generar experiencias y recuerdos imborrables. Es un vehículo que se compra con el corazón, pensando en el bienestar y la felicidad de los seres queridos.




