Especificaciones y análisis del Lancia Voyager
Potencia
178CV
Par
360Nm
Consumo
7.9l/100
Emisiones
207g/km
0-100 km/h
11.54s
Vel. Máx.
193km/h
Peso
2242kg
Precio
37,340€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
7 / 5 puertas
- L
76 L
131 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia Voyager 2.8 CRD 178 CV Silver (2013-2015)
Descripción general
El Lancia Voyager es la materialización del viaje en familia elevado al máximo lujo. No es solo un monovolumen, es una declaración de intenciones, un santuario rodante donde el espacio y el confort se fusionan para crear experiencias inolvidables. Heredero de un icono americano, Lancia lo vistió con elegancia italiana para conquistar corazones que buscan algo más que un simple medio de transporte.
Experiencia de conducción
Conducir el Voyager es como gobernar un yate en una autopista de asfalto. Su motor diésel de 178 CV empuja con una calma imperturbable, sin estridencias, priorizando la suavidad sobre la aceleración brusca. La suspensión filtra el mundo exterior, creando una burbuja de serenidad donde los kilómetros pasan sin sentirse. No busca agilidad en las curvas, sino ofrecer una paz y una sensación de dominio que te invitan a seguir conduciendo hasta el horizonte.
Diseño y estética
Su presencia es imponente y destila una elegancia sobria. Las líneas fluidas y las generosas dimensiones se adornan con detalles cromados que delatan su aspiración premium. Por dentro, el espacio es el verdadero protagonista, con el ingenioso sistema Stow 'n Go que transforma un lujoso salón de siete plazas en una caverna de carga con una facilidad asombrosa. Es un diseño pensado desde la funcionalidad y el bienestar de sus ocupantes.
Tecnología y características
Para su época, el Voyager ofrecía un arsenal tecnológico centrado en el confort y el entretenimiento. El sistema multimedia con pantalla táctil y disco duro se convertía en el centro de operaciones, mientras que las pantallas traseras hacían las delicias de los más pequeños en viajes largos. Elementos como el detector de ángulo muerto o la cámara de visión trasera no eran meros gadgets, sino guardianes que velaban por la seguridad de lo que más importa.
Competencia
En un mercado dominado por propuestas europeas como el Renault Espace o el Volkswagen Sharan, el Lancia Voyager jugaba en su propia liga. Mientras sus rivales apostaban por el dinamismo, él ofrecía un nivel de espacio, versatilidad y confort de inspiración americana que era difícil de igualar. Era la opción para quien no quería uno más, sino el más grande y cómodo.
Conclusión
El Lancia Voyager es una oda a los grandes viajes, un coche que se compra con el corazón pensando en los momentos que se vivirán dentro. Es la elección perfecta para familias que valoran el espacio sin renunciar a un ambiente de lujo y distinción. A pesar de su tamaño y consumo, la recompensa es una experiencia de viaje en primera clase que deja una huella imborrable en la memoria.




