Especificaciones y análisis del Lancia Phedra
Potencia
128CV
Par
314Nm
Consumo
7.4l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.6s
Vel. Máx.
182km/h
Peso
1858kg
Precio
36,140€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
7 / 5 puertas
324 L
80 L
94 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia Phedra 2.2 16V JTD Emblema · 128 CV (2002-2005)
Descripción general
El Lancia Phedra de 2003 no era un monovolumen cualquiera; era la interpretación italiana del lujo y el confort familiar. Nacido del proyecto Eurovan, este vehículo se desmarcaba de sus hermanos con un alma propia, prometiendo convertir cada viaje en una experiencia sofisticada y placentera, envolviendo a sus ocupantes en un ambiente de distinción único en su segmento.
Experiencia de conducción
Al volante, el Phedra transmite una sensación de poder sereno. Su motor diésel JTD de 128 caballos, con un generoso par de 314 Nm desde bajas vueltas, no busca récords de aceleración, sino ofrecer una marcha suave y desahogada. Es un devorador de kilómetros nato, donde el confort de su suspensión y la tranquilidad del habitáculo te invitan a viajar sin prisa, disfrutando del paisaje y la compañía. La conducción es una oda a la calma, un refugio del estrés diario.
Diseño y estética
El diseño es su carta de presentación y su mayor virtud emocional. La imponente calandra de Lancia y sus elegantes ópticas traseras le otorgan una personalidad aristocrática. Por dentro, el acabado Emblema te sumerge en un salón rodante, con materiales de alta calidad para su época y un espacio inteligentemente distribuido para siete pasajeros. Cada detalle, desde la instrumentación central hasta la tapicería, fue pensado para crear una atmósfera de exclusividad y bienestar.
Tecnología y características
Para su tiempo, el Phedra Emblema era un escaparate tecnológico. Contaba con elementos que hoy son comunes pero que en 2003 marcaban la diferencia, como las puertas laterales eléctricas, un avanzado sistema de climatización o un completo ordenador de a bordo. El motor de inyección directa por conducto común representaba una mecánica moderna, eficiente y relativamente silenciosa, demostrando que la funcionalidad familiar no estaba reñida con la innovación.
Competencia
En un mercado dominado por monovolúmenes prácticos como el Renault Espace o el Volkswagen Sharan, el Phedra jugaba en una liga diferente. Sus rivales más directos eran sus propios parientes, el Peugeot 807 y el Citroën C8, pero el Lancia siempre se posicionó un escalón por encima en lujo y distinción. Su verdadera competencia era la indiferencia; luchaba por conquistar a familias que no solo buscaban espacio, sino también un estilo de vida.
Conclusión
El Lancia Phedra 2.2 JTD es un coche con corazón, una declaración de intenciones. Es la elección para quien valora la elegancia italiana y el placer de viajar por encima de la deportividad o la última moda. Más que un simple medio de transporte, fue concebido como un espacio para vivir y compartir experiencias, dejando un recuerdo de confort y estilo imborrable en la memoria de quienes lo disfrutaron.




