Especificaciones y análisis del Lancia Z
Potencia
109CV
Par
270Nm
Consumo
6.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
13.9s
Vel. Máx.
175km/h
Peso
1745kg
Precio
31,193€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
7 / - puertas
340 L
80 L
80 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia Z 2.0 JTD LX 5 plazas · 109 CV (1999-2002)
Descripción general
El Lancia Z 2.0 JTD es más que un monovolumen; es el eco de una época dorada para los viajes en familia. Nacido de la colaboración Eurovan, este vehículo italiano se propuso vestir la funcionalidad con la elegancia inconfundible de Lancia, creando un refugio rodante para quienes buscaban espacio sin renunciar al estilo a finales de los 90.
Experiencia de conducción
Conducir el Lancia Z es una lección de calma y propósito. Su motor JTD de 109 CV no busca récords de velocidad, sino entregar su generoso par de 270 Nm desde muy bajas vueltas. Esto se traduce en una conducción serena y desahogada, ideal para devorar kilómetros en autopista con la familia a bordo. La suspensión, orientada al confort, y su elevado puesto de conducción te invitan a disfrutar del paisaje, a sentir el viaje como una experiencia relajada y no como una carrera contra el tiempo. Es un coche que te cuida y te mece en el asfalto.
Diseño y estética
Su silueta es la de un monovolumen puro, una cápsula de espacio diseñada de dentro hacia afuera. Sin embargo, Lancia impregnó cada detalle con su alma. La calandra distintiva, el diseño de los faros y, sobre todo, un interior que en su versión LX buscaba el lujo con tapicerías y acabados superiores a los de sus hermanos de proyecto. Sus enormes superficies acristaladas inundan de luz un habitáculo versátil y espacioso, capaz de acoger a siete pasajeros en un ambiente de salón rodante.
Tecnología y características
La joya de la corona tecnológica de este modelo es su motor 2.0 JTD. Fue uno de los pioneros en la tecnología common-rail, un avance que transformó los motores diésel, haciéndolos más refinados, eficientes y potentes. Con un consumo combinado de 6.9 l/100km y un gran depósito de 80 litros, prometía una autonomía excepcional para grandes viajes. El resto del equipamiento era el esperado para su tiempo: seguridad básica y confort, pero la verdadera innovación residía bajo el capó, en ese corazón diésel que latía con fuerza y eficiencia.
Competencia
Su competencia más directa vivía en su misma casa: el Peugeot 806, el Citroën Evasion y el Fiat Ulysse, con los que compartía casi todo. Fuera de esa familia, se enfrentaba a gigantes como el Renault Espace, el trío formado por el Volkswagen Sharan, el SEAT Alhambra y el Ford Galaxy, y el icónico Chrysler Voyager. Frente a ellos, el Lancia Z siempre jugó la carta de la distinción y el refinamiento italiano, un toque de clase en un segmento eminentemente práctico.
Conclusión
El Lancia Z 2.0 JTD es una nostálgica oda a los grandes viajes por carretera. Representa una forma de entender el automóvil familiar que priorizaba el confort, el espacio y un toque de elegancia por encima de las prestaciones puras. Hoy es un clásico moderno que nos recuerda que un coche puede ser una herramienta práctica y, al mismo tiempo, un objeto con alma, capaz de forjar recuerdos imborrables en cada kilómetro recorrido.




