Especificaciones y análisis del Lotus Elise
Potencia
136CV
Par
160Nm
Consumo
6.3l/100
Emisiones
149g/km
0-100 km/h
6.5s
Vel. Máx.
203km/h
Peso
927kg
Precio
37,455€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
2 / 2 puertas
112 L
40 L
100 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lotus Elise Club Racer · 136 CV (2012)
Descripción general
El Lotus Elise Club Racer no es simplemente un coche, es una declaración de principios. En un mundo automovilístico cada vez más digital y filtrado, este Elise de 2012 representa la esencia pura de la conducción. Con solo 136 caballos y un peso pluma de 927 kilogramos, su propósito no es la velocidad bruta, sino la conexión íntima y visceral entre el piloto, la máquina y el asfalto.
Experiencia de conducción
Ponerse a sus mandos es una experiencia transformadora. Cada imperfección de la carretera se transmite directamente a tus manos a través de una dirección sin asistencia, pura y comunicativa. El cambio manual de seis velocidades es mecánico y preciso, y el motor de 1.6 litros, situado justo detrás de tu cabeza, ruge con cada aceleración. No conduces el Elise, dialogas con él. Su agilidad es felina, un auténtico kart matriculable que devora curvas con una precisión que te hace sentir como un héroe al volante.
Diseño y estética
Su diseño es la consecuencia directa de su función: ser ligero y eficaz. Cada línea, cada curva, está pensada para cortar el viento y ahorrar gramos. Es insultantemente bajo y compacto, una silueta que grita 'deportivo' desde cada ángulo. Por dentro, la espartanidad es ley. El aluminio del chasis queda a la vista, los asientos son bacquets de competición y solo encontrarás los controles estrictamente necesarios. No es un habitáculo, es un puesto de pilotaje que te envuelve y te centra en lo único que importa: la carretera.
Tecnología y características
La tecnología del Elise Club Racer no se encuentra en pantallas táctiles o asistentes de conducción, porque carece de ellos. Su verdadera proeza tecnológica reside en la ingeniería de su chasis de aluminio extruido y pegado, una solución ligera y rígida. La sofisticación está en su suspensión de dobles triángulos en ambos ejes y en la obsesión por eliminar cada gramo superfluo. Es la tecnología de la pureza, la que prioriza la física sobre la electrónica.
Competencia
Encontrar un rival directo es casi imposible, porque el Elise juega en su propia liga. Un Mazda MX-5 de la época podría parecer una alternativa, pero es infinitamente más cómodo y burgués. Un Porsche Boxster ofrece más potencia y lujo, pero a costa de un peso y un filtro que el Lotus desprecia. Quizás sus verdaderos competidores espirituales son máquinas aún más radicales como un Caterham, demostrando que el Elise ocupa un nicho único y maravilloso.
Conclusión
El Lotus Elise Club Racer es una joya para puristas, una máquina de emociones que te exige como conductor y te recompensa con sensaciones que los coches modernos han olvidado. No es un coche para el día a día, es un antídoto contra la monotonía. Es una inversión en felicidad, un futuro clásico que encarna a la perfección la legendaria filosofía de Colin Chapman: 'Simplifica, y después añade ligereza'. Una experiencia de conducción inolvidable.




