Mazda 323 Sportive 2.0 16V 5p · 131 CV (2001-2004)

2002
Gasolina
FWD
Manual 5v
Mazda 323 - Vista 1
Mazda 323 - Vista 2
Mazda 323 - Vista 3
Mazda 323 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mazda 323

Potencia

131CV

Par

171Nm

Consumo

8.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

9.7s

Vel. Máx.

203km/h

Peso

1230kg

Precio

19,220

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

356 L

Depósito

55 L

Potencia

96 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima131 CV / 96 kW
Par máximo171 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito55 L
Maletero356 L

Análisis detallado del Mazda 323 Sportive 2.0 16V 5p · 131 CV (2001-2004)

Descripción general

El Mazda 323 Sportive 2.0 16V de 2002 es un coche que, a primera vista, podría pasar desapercibido, pero encierra una propuesta interesante para quienes buscan un compacto con un toque de deportividad y la fiabilidad japonesa. Con sus 131 CV y una estética discreta pero funcional, este modelo se posiciona como una opción equilibrada para el día a día y alguna escapada.

Experiencia de conducción

Al volante, el Mazda 323 Sportive ofrece una experiencia de conducción gratificante. Su motor de 2.0 litros y 131 CV, aunque no es un cohete, entrega la potencia de forma lineal y progresiva, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 9.7 segundos y una velocidad máxima de 203 km/h. La caja de cambios manual de 5 velocidades es precisa y contribuye a una sensación de control. La suspensión, tipo McPherson tanto delante como detrás, junto con las barras estabilizadoras, proporciona un buen equilibrio entre confort y estabilidad, haciendo que el coche se sienta ágil en curvas sin sacrificar la comodidad en trayectos largos. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, es directa y transmite confianza. Es un coche que invita a disfrutar de la carretera, sin estridencias, pero con una respuesta honesta y predecible.

Diseño y estética

El diseño del Mazda 323 Sportive de 2002 es un reflejo de la sobriedad y funcionalidad japonesa de la época. Sus líneas son limpias y carecen de ornamentos excesivos, lo que le confiere una estética atemporal. La carrocería de 5 puertas, con sus 4265 mm de largo, 1705 mm de ancho y 1410 mm de alto, ofrece una silueta compacta y bien proporcionada. Los detalles 'Sportive' se insinúan sutilmente, sin caer en la agresividad. Las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 195/50 R16 V le otorgan una pisada firme y un aspecto ligeramente más dinámico. En el interior, la funcionalidad prima sobre el lujo, con un diseño ergonómico y materiales duraderos, aunque sin grandes alardes de sofisticación. Es un diseño que busca la practicidad y la durabilidad, más que la ostentación.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Mazda 323 Sportive de 2002 se sitúa en la media de su segmento para la época. Su motor de gasolina de 1991 cc, con 4 cilindros y 16 válvulas, incorpora inyección indirecta y un bloque y culata de aluminio, lo que contribuye a un peso contenido y una buena disipación del calor. La relación de compresión de 9.7:1 es estándar para un motor atmosférico de gasolina. En cuanto a la seguridad, cuenta con frenos de disco ventilados de 274 mm delante y discos de 280 mm detrás, ofreciendo una capacidad de frenado adecuada. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, es un sistema probado y eficaz. No esperemos grandes pantallas táctiles o asistentes de conducción avanzados, ya que este modelo se enfoca en una mecánica sólida y una experiencia de conducción pura.

Competencia

En su momento, el Mazda 323 Sportive 2.0 16V competía en un segmento muy reñido con modelos como el Volkswagen Golf, el Ford Focus, el Opel Astra o el Honda Civic. Frente a ellos, el Mazda ofrecía una alternativa con un enfoque más discreto en el diseño, pero con una reputación de fiabilidad mecánica y una dinámica de conducción equilibrada. Si bien no destacaba por una potencia deslumbrante o un equipamiento de vanguardia, su propuesta se basaba en la solidez, la durabilidad y una experiencia de conducción honesta, lo que lo convertía en una opción atractiva para quienes valoraban estos atributos por encima de la imagen o la última tecnología.

Conclusión

El Mazda 323 Sportive 2.0 16V de 2002 es un coche que, a pesar de los años, mantiene su encanto para aquellos que aprecian la ingeniería japonesa y una conducción sin artificios. Es un compacto fiable, con un motor solvente y un chasis bien puesto a punto que ofrece un buen equilibrio entre confort y dinamismo. Su diseño atemporal y su probada durabilidad lo convierten en una opción interesante en el mercado de segunda mano para quienes buscan un vehículo práctico, económico de mantener y con un toque de deportividad. Es un coche que no busca impresionar, sino cumplir con creces su cometido, ofreciendo una experiencia de conducción satisfactoria y una gran tranquilidad en el día a día.