Especificaciones y análisis del Mazda CX-5
Potencia
150CV
Par
380Nm
Consumo
5.5l/100
Emisiones
144g/km
0-100 km/h
10.2s
Vel. Máx.
194km/h
Peso
1615kg
Precio
32,800€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
AWD
5 / 5 puertas
463 L
58 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 4WD Style Aut. (2012-2013)
Descripción general
El Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 4WD Style Aut. de 2012 es un SUV que irrumpió en el mercado con una propuesta fresca y audaz. Representa la filosofía de diseño KODO de Mazda, que busca capturar la esencia del movimiento. Este modelo, con su motor diésel de 150 CV y tracción integral, prometía una combinación de eficiencia, dinamismo y versatilidad, posicionándose como una opción atractiva en el segmento de los SUV compactos.
Experiencia de conducción
Al volante, el CX-5 ofrece una experiencia de conducción equilibrada. El motor diésel de 150 CV, con sus 380 Nm de par, responde con solvencia, permitiendo aceleraciones suaves y recuperaciones ágiles. La transmisión automática de 6 velocidades gestiona el cambio de marchas con fluidez, contribuyendo a una sensación de confort. La tracción 4WD proporciona un extra de seguridad y agarre en diversas condiciones, mientras que la suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra bien las irregularidades del terreno sin sacrificar la estabilidad. La dirección asistida eléctrica es precisa, transmitiendo confianza al conductor. Es un coche que invita a disfrutar de cada trayecto, ya sea en ciudad o en carretera abierta.
Diseño y estética
El diseño del Mazda CX-5 de 2012 es uno de sus puntos fuertes, marcando el inicio de la era KODO. Sus líneas fluidas y dinámicas le otorgan una presencia robusta pero elegante. La parrilla frontal, característica de Mazda, se integra armoniosamente con los faros afilados, creando una mirada distintiva. Los pasos de rueda marcados y la línea de cintura ascendente le confieren un aspecto atlético. En el interior, el diseño es funcional y ergonómico, con materiales de buena calidad y un salpicadero bien organizado que facilita la interacción con los controles. La estética general es moderna y atemporal, lo que le permite envejecer con dignidad.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el CX-5 de 2012 incorporaba soluciones interesantes para su época. Destaca la tecnología Skyactiv de Mazda, que optimiza el motor, la transmisión, el chasis y la carrocería para lograr una mayor eficiencia y un mejor rendimiento. El motor diésel de 2.2 litros y 150 CV es un ejemplo de esta filosofía, con una alta relación de compresión que mejora la combustión. La transmisión automática de 6 velocidades, también Skyactiv, busca la máxima eficiencia. En cuanto a seguridad, contaba con sistemas de frenado avanzados y una estructura de carrocería diseñada para absorber impactos. Aunque no disponía de las ayudas a la conducción más sofisticadas de hoy en día, ofrecía un buen nivel de equipamiento para su segmento y año.
Competencia
En el competitivo segmento de los SUV compactos, el Mazda CX-5 de 2012 se enfrentaba a duros rivales como el Volkswagen Tiguan, el Honda CR-V, el Ford Kuga y el Nissan Qashqai. Frente a ellos, el CX-5 destacaba por su diseño distintivo, su tecnología Skyactiv que prometía una buena relación entre prestaciones y consumo, y un comportamiento dinámico que muchos consideraban más ágil y divertido. Su motor diésel de 150 CV ofrecía una potencia competitiva, y la tracción integral le daba una ventaja en ciertas condiciones frente a versiones de tracción delantera de sus competidores.
Conclusión
El Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 4WD Style Aut. de 2012 es un vehículo que dejó una huella importante en el mercado de los SUV. Su combinación de un diseño atractivo, un motor diésel eficiente y potente, un comportamiento dinámico equilibrado y una buena habitabilidad lo convirtieron en una opción muy recomendable. Es un coche que, incluso hoy, sigue siendo una alternativa interesante en el mercado de segunda mano para aquellos que buscan un SUV fiable, con un toque de distinción y una experiencia de conducción gratificante. Mazda logró con este modelo un equilibrio casi perfecto entre forma y función, creando un coche que se siente tan bien como se ve.




