Especificaciones y análisis del Mazda CX-5
Potencia
150CV
Par
380Nm
Consumo
5.5l/100
Emisiones
144g/km
0-100 km/h
10.2s
Vel. Máx.
194km/h
Peso
1615kg
Precio
31,990€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
AWD
5 / 5 puertas
463 L
58 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 4WD Style Aut. (2011-2012)
Descripción general
El Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 4WD Style Aut. de 2012 es un SUV que marcó un antes y un después para la marca, introduciendo la filosofía de diseño KODO y la tecnología SKYACTIV. Este modelo diésel, con tracción integral y cambio automático, se posicionó como una opción muy atractiva en su segmento, ofreciendo una combinación de eficiencia, dinamismo y un diseño distintivo que lo diferenciaba de sus competidores.
Experiencia de conducción
Al volante, el CX-5 ofrece una experiencia de conducción equilibrada. El motor diésel de 150 CV, con su generoso par de 380 Nm, responde con solvencia en la mayoría de situaciones, y la transmisión automática de 6 velocidades gestiona los cambios de forma suave y eficiente. La tracción 4x4 proporciona un extra de seguridad y capacidad en condiciones adversas. La suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra bien las irregularidades del terreno sin sacrificar una buena estabilidad en carretera. La dirección asistida eléctrica es precisa, transmitiendo confianza al conductor. Es un coche que invita a disfrutar de cada trayecto, ya sea en ciudad o en viajes largos, con un consumo combinado de 5.5 l/100km que lo hace sorprendentemente eficiente para su tamaño y prestaciones.
Diseño y estética
El diseño del Mazda CX-5 de 2012 es uno de sus puntos fuertes. Fue el primer modelo en adoptar el lenguaje de diseño 'KODO - Alma del Movimiento', que se caracteriza por líneas fluidas y dinámicas que evocan la imagen de un animal en movimiento. Su frontal es imponente, con una parrilla distintiva y faros afilados. La silueta es atlética y robusta, con pasos de rueda marcados y una línea de cintura ascendente que le confiere una presencia fuerte y elegante. El interior, aunque funcional, presenta un diseño sobrio y bien ejecutado, con materiales de calidad y una ergonomía pensada para el conductor. A pesar de los años, su estética sigue siendo atractiva y atemporal.
Tecnología y características
En 2012, el CX-5 ya incorporaba la innovadora tecnología SKYACTIV de Mazda, que buscaba optimizar cada componente del vehículo para mejorar la eficiencia y el rendimiento. Esto se traduce en un motor diésel de baja compresión (14:1), un chasis ligero y una transmisión eficiente. Aunque no contaba con las pantallas táctiles y sistemas de infoentretenimiento avanzados de los modelos actuales, ofrecía lo esencial para la época, incluyendo un sistema de sonido de calidad y conectividad básica. La seguridad también era un pilar, con sistemas como el control de estabilidad y tracción, y múltiples airbags. Su sistema Stop&Start contribuía a reducir el consumo en entornos urbanos.
Competencia
En el competitivo segmento de los SUV compactos, el Mazda CX-5 de 2012 se enfrentaba a duros rivales como el Volkswagen Tiguan, el Honda CR-V, el Ford Kuga y el Nissan Qashqai. Frente a ellos, el CX-5 destacaba por su diseño más atrevido y su enfoque en la tecnología SKYACTIV, que le otorgaba una ventaja en eficiencia y dinamismo. Su motor diésel de 150 CV ofrecía un buen equilibrio entre potencia y consumo, y su tracción 4x4 lo hacía versátil para diferentes condiciones. Aunque algunos rivales podían ofrecer más opciones de personalización o un interior ligeramente más espacioso, el CX-5 se diferenciaba por su carácter más deportivo y su compromiso con la experiencia de conducción.
Conclusión
El Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 4WD Style Aut. de 2012 es un SUV que, incluso hoy, sigue siendo una opción muy interesante en el mercado de segunda mano. Su combinación de un diseño atractivo, una tecnología eficiente y una dinámica de conducción gratificante lo convierten en un coche con mucho encanto. Es un vehículo versátil, capaz de afrontar tanto la rutina diaria como las escapadas de fin de semana con solvencia y estilo. Mazda demostró con este modelo que se podía ofrecer un SUV con alma, que no solo cumplía con las expectativas prácticas, sino que también emocionaba al volante. Un coche que, sin duda, dejó una huella importante en la historia de la marca.




