Especificaciones y análisis del Mazda CX-7
Potencia
260CV
Par
380Nm
Consumo
10.2l/100
Emisiones
243g/km
0-100 km/h
8s
Vel. Máx.
210km/h
Peso
1770kg
Precio
38,370€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
AWD
5 / 5 puertas
455 L
69 L
191 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda CX-7 Sportive 2.3 260 CV (2008-2009)
Descripción general
El Mazda CX-7 Sportive 2.3 de 260 CV, lanzado en 2007, se presenta como una propuesta audaz y distintiva en el segmento de los SUV. Este modelo no busca pasar desapercibido, combinando una estética deportiva con la versatilidad de un vehículo familiar, ofreciendo una experiencia de conducción que promete emociones fuertes y un confort notable para sus ocupantes. Es un coche que, desde el primer vistazo, insinúa un carácter dinámico y una personalidad marcada, alejándose de las convenciones para ofrecer algo diferente.
Experiencia de conducción
Al volante del CX-7, la sensación de potencia es inmediata y gratificante. Sus 260 CV se entregan con una contundencia que sorprende en un SUV de su tamaño, permitiendo aceleraciones rápidas y recuperaciones ágiles. La dirección, precisa y comunicativa, junto con una suspensión bien equilibrada, proporciona un comportamiento dinámico que invita a disfrutar de cada curva. A pesar de su altura, el balanceo de la carrocería está bien contenido, transmitiendo confianza. En viajes largos, el confort es notable, con un habitáculo bien insonorizado que aísla a los pasajeros del ruido exterior, haciendo que los kilómetros pasen sin apenas notarse. Es un coche que te hace sentir conectado a la carretera, pero sin sacrificar la comodidad.
Diseño y estética
El diseño del Mazda CX-7 es, sin duda, uno de sus puntos fuertes. Sus líneas fluidas y atléticas le confieren una presencia imponente y elegante a la vez. El frontal, con su parrilla distintiva y faros afilados, proyecta una imagen de deportividad y modernidad. La silueta coupé, poco común en los SUV de su época, le otorga un aire sofisticado y dinámico. Los pasos de rueda marcados y las llantas de 18 pulgadas refuerzan su carácter robusto y aventurero. En el interior, el diseño es funcional y ergonómico, con materiales de buena calidad y un salpicadero que combina la estética deportiva con la practicidad, creando un ambiente acogedor y moderno.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Mazda CX-7 Sportive 2.3 de 2007 incorpora soluciones avanzadas para su tiempo. Su motor de gasolina de 2.3 litros con inyección directa, turbo e intercooler es un ejemplo de ingeniería eficiente, ofreciendo un rendimiento excepcional. La tracción integral AWD garantiza una excelente adherencia en diversas condiciones, mejorando la seguridad y la capacidad de respuesta. La transmisión manual de 6 velocidades permite un control preciso sobre la potencia. En cuanto a seguridad, cuenta con frenos de disco ventilados en ambos ejes y un chasis robusto que contribuye a una conducción segura y estable. Aunque no incorpora las últimas ayudas a la conducción de hoy en día, su equipamiento es completo y funcional.
Competencia
En el competitivo segmento de los SUV, el Mazda CX-7 Sportive 2.3 se enfrentaba a rivales de peso como el BMW X3, el Audi Q5 o el Honda CR-V. Sin embargo, el CX-7 se desmarcaba por su enfoque más deportivo y su diseño atrevido, ofreciendo una alternativa a aquellos que buscaban algo más que un simple SUV familiar. Su potente motor de gasolina y su tracción integral le permitían competir en prestaciones con modelos premium, mientras que su precio lo hacía una opción atractiva para quienes buscaban un equilibrio entre rendimiento, estilo y valor.
Conclusión
El Mazda CX-7 Sportive 2.3 de 260 CV es un SUV que deja huella. Su combinación de diseño impactante, prestaciones deportivas y un confort notable lo convierten en una opción muy interesante para aquellos que buscan un vehículo versátil y con carácter. Es un coche que invita a la aventura, pero que también se adapta perfectamente a la vida cotidiana, ofreciendo una experiencia de conducción emocionante y gratificante. Aunque su consumo puede ser elevado, la satisfacción al volante compensa con creces este aspecto, haciendo de cada viaje una experiencia memorable.




