Especificaciones y análisis del Mazda Mazda3
Potencia
116CV
Par
270Nm
Consumo
4.4l/100
Emisiones
117g/km
0-100 km/h
11s
Vel. Máx.
186km/h
Peso
1330kg
Precio
17,000€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
340 L
55 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda 3 5p 1.6 CRTD 115 CV Active (2011)
Descripción general
El Mazda3 de 2009, en su versión de 5 puertas y motor 1.6 CRTD de 115 CV, se presenta como una opción equilibrada y atractiva dentro del segmento de los compactos. Con un precio de 17.000 euros en su momento, este modelo Active ofrecía una combinación interesante de eficiencia, rendimiento y un diseño distintivo que lo diferenciaba de sus competidores. Su motor diésel, con un consumo combinado de 4.4 l/100km, lo hacía ideal para quienes buscaban economía sin renunciar a una respuesta ágil en carretera.
Experiencia de conducción
Al volante del Mazda3 1.6 CRTD de 115 CV, la sensación es de control y agilidad. La dirección hidráulica, aunque no es la más moderna, ofrece una buena retroalimentación, permitiendo sentir la carretera con precisión. El motor diésel, con sus 115 CV y 270 Nm de par, empuja con solvencia desde bajas revoluciones, haciendo que los adelantamientos y las incorporaciones sean seguros. La suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra bien las irregularidades del asfalto sin sacrificar la estabilidad en curvas. Es un coche que invita a disfrutar de la conducción, con una respuesta directa y un comportamiento dinámico que transmite confianza.
Diseño y estética
El diseño del Mazda3 de 2009 es inconfundiblemente Mazda, con líneas fluidas y una estética deportiva que ha envejecido con dignidad. La carrocería de 5 puertas le confiere una versatilidad notable, mientras que sus dimensiones compactas (4460 mm de largo, 1755 mm de ancho y 1470 mm de alto) lo hacen manejable en entornos urbanos. El frontal, con sus faros rasgados y la parrilla característica de la marca, le otorga una personalidad fuerte. En el interior, el diseño es funcional y ergonómico, con materiales de buena calidad y una disposición de los mandos intuitiva. El maletero, con 340 litros, es suficiente para el día a día, aunque no destaca por su amplitud.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Mazda3 de 2009, en esta versión, se centraba en lo esencial y funcional. Su motor diésel de 1.6 litros, con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, era un ejemplo de eficiencia para su época, cumpliendo con la normativa Euro 5. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque no la más avanzada, ofrecía un tacto preciso. En cuanto a seguridad, contaba con los sistemas básicos de la época. Si bien no incorporaba las últimas innovaciones en conectividad o asistentes a la conducción que vemos hoy, su tecnología estaba orientada a ofrecer una experiencia de conducción sólida y fiable.
Competencia
En el competitivo segmento de los compactos, el Mazda3 1.6 CRTD de 115 CV se enfrentaba a duros rivales como el Volkswagen Golf, el Ford Focus, el Opel Astra o el Renault Mégane. Frente a ellos, el Mazda3 destacaba por su diseño más atrevido y su enfoque en una conducción más dinámica. Aunque quizás no ofrecía la misma amplitud interior que algunos de sus competidores o la misma variedad de opciones de personalización, su fiabilidad mecánica y su comportamiento en carretera eran puntos fuertes que lo hacían una alternativa muy interesante para quienes buscaban algo diferente y con carácter.
Conclusión
El Mazda3 1.6 CRTD de 115 CV de 2009 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo una opción atractiva en el mercado de segunda mano. Su combinación de un motor diésel eficiente y con buen rendimiento, un diseño que aún hoy resulta fresco y una dinámica de conducción gratificante, lo convierten en un compacto muy recomendable. Es un coche honesto, sin grandes pretensiones de lujo, pero que cumple con creces en lo que promete: un transporte fiable, económico y divertido de conducir. Su fiabilidad mecánica, característica de la marca, es un punto a favor que no debe subestimarse.




