Especificaciones y análisis del Mazda MX-5
Potencia
140CV
Par
162Nm
Consumo
8.5l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
8s
Vel. Máx.
205km/h
Peso
1025kg
Precio
26,745€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
2 / 2 puertas
144 L
50 L
103 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda MX-5 1.8 16V 140CV Special Version (1998-2001)
Descripción general
El Mazda MX-5 de 2001, en su versión 1.8 16V de 140 CV Special Version, es un roadster que encarna la esencia del placer de conducir. Con su motor de gasolina de 1.8 litros y 140 CV, acoplado a una transmisión manual de 6 velocidades, este coche promete una experiencia pura y directa. Su diseño compacto y ligero, con solo 1025 kg de peso, lo convierte en un vehículo ágil y divertido, ideal para aquellos que buscan sentir la carretera bajo sus pies. Lanzado en un momento donde la simplicidad y la conexión con la máquina eran valores fundamentales, el MX-5 de esta generación sigue siendo un referente para los amantes de los deportivos descapotables.
Experiencia de conducción
Conducir el Mazda MX-5 de 2001 es una experiencia visceral. La dirección es precisa y comunicativa, transmitiendo cada detalle del asfalto. La suspensión, aunque firme, no llega a ser incómoda, permitiendo un control excepcional en curvas. El motor de 140 CV, aunque no es el más potente, se siente vivo y dispuesto a subir de revoluciones, entregando su potencia de forma lineal y emocionante. La caja de cambios manual de 6 velocidades es una delicia, con recorridos cortos y precisos que invitan a cambiar de marcha constantemente. La tracción trasera añade un toque de diversión y desafío, haciendo que cada trayecto sea una aventura. Es un coche que te hace sentir parte de la máquina, una extensión de tus propias intenciones, y eso es algo que pocos vehículos modernos pueden ofrecer.
Diseño y estética
El diseño del Mazda MX-5 de 2001 es atemporal y funcional. Sus líneas suaves y redondeadas, junto con sus faros escamoteables, le otorgan una personalidad única y reconocible. Es un coche que no busca la agresividad, sino la elegancia y la simplicidad. La capota de lona, fácil de operar, permite disfrutar del cielo abierto en cuestión de segundos, transformando la experiencia de conducción. El interior, aunque espartano, está diseñado pensando en el conductor, con todos los controles al alcance de la mano y una instrumentación clara y legible. Es un diseño que prioriza la ligereza y la aerodinámica, contribuyendo a su excelente comportamiento dinámico.
Tecnología y características
En 2001, la tecnología del Mazda MX-5 se centraba en la mecánica y la ingeniería para ofrecer una experiencia de conducción pura. Su motor de 1.8 litros con 16 válvulas y 140 CV, junto con la inyección indirecta, era una configuración probada y fiable. La transmisión manual de 6 velocidades era un punto clave para el disfrute al volante. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, así como barras estabilizadoras en ambos ejes para mejorar la estabilidad. Aunque carecía de las ayudas electrónicas modernas, su ligereza y equilibrio eran sus principales aliados en la carretera. La tecnología de este MX-5 se basa en la simplicidad y la eficacia, buscando la máxima conexión entre el conductor y la máquina.
Competencia
En su época, el Mazda MX-5 de 2001 se enfrentaba a rivales como el Toyota MR2, el MG F o el BMW Z3. Cada uno ofrecía una propuesta diferente, pero el MX-5 destacaba por su equilibrio, su fiabilidad y su precio accesible. El Toyota MR2 ofrecía una configuración de motor central, mientras que el MG F apostaba por un diseño más británico. El BMW Z3, por su parte, se posicionaba en un segmento más premium. Sin embargo, el MX-5 siempre ha sido el referente en cuanto a roadsters puros, ofreciendo una experiencia de conducción inigualable por su relación calidad-precio y su enfoque en el disfrute al volante.
Conclusión
El Mazda MX-5 1.8 16V 140CV Special Version de 2001 es un coche que trasciende el tiempo. Es un vehículo que no busca la velocidad máxima, sino la emoción en cada curva, la conexión con la carretera y la libertad de conducir a cielo abierto. Su diseño atemporal, su mecánica fiable y su comportamiento dinámico lo convierten en un clásico instantáneo. Es un coche para puristas, para aquellos que valoran la simplicidad y la autenticidad en la conducción. A pesar de sus años, sigue siendo una opción fantástica para disfrutar de la carretera y sentir la pasión por el automóvil. Es un testimonio de que la diversión al volante no siempre requiere de la tecnología más avanzada o la potencia más desmedida.




