Mazda MX-5 3rd Generation Limited 2.0 · 160 CV (2005-2007)

2006
Gasolina
RWD
Manual 6v
Mazda MX-5 - Vista 1
Mazda MX-5 - Vista 2
Mazda MX-5 - Vista 3
Mazda MX-5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mazda MX-5

Potencia

160CV

Par

188Nm

Consumo

8.2l/100

Emisiones

193g/km

0-100 km/h

7.9s

Vel. Máx.

210km/h

Peso

1170kg

Precio

31,300

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

150 L

Depósito

50 L

Potencia

118 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima160 CV / 118 kW
Par máximo188 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero150 L

Análisis detallado del Mazda MX-5 3rd Generation Limited 2.0 · 160 CV (2005-2007)

Descripción general

El Mazda MX-5 de 2006, en su versión 3rd Generation Limited 2.0, es un roadster que encarna la esencia de la conducción pura. Con su motor de gasolina de 160 CV y tracción trasera, este modelo promete una experiencia al volante inolvidable, manteniendo la filosofía de ligereza y agilidad que ha caracterizado al MX-5 desde sus inicios. Es un coche diseñado para disfrutar de cada curva y cada kilómetro, con el viento en la cara y una sonrisa en el rostro.

Experiencia de conducción

Conducir el Mazda MX-5 de 2006 es una experiencia visceral. La dirección precisa y la suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes transmiten cada detalle de la carretera, haciendo que el conductor se sienta parte del asfalto. El motor de 2.0 litros, con sus 160 CV a 6700 rpm, ofrece una respuesta enérgica y un sonido embriagador que invita a subir de vueltas. La aceleración de 0 a 100 km/h en 7.9 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h, combinadas con su bajo peso de 1170 kg, garantizan sensaciones deportivas y una agilidad sorprendente. Es un coche que te hace sentir vivo, que te conecta con la carretera de una manera que pocos vehículos modernos pueden igualar.

Diseño y estética

El diseño del Mazda MX-5 de 2006 es una evolución elegante de sus predecesores, manteniendo las proporciones clásicas de un roadster. Sus líneas fluidas y compactas, con una longitud de casi 4 metros y una anchura de 1.72 metros, le otorgan una presencia deportiva y atemporal. Los faros delanteros y traseros se integran armoniosamente en la carrocería, y la capota de lona, fácil de operar, acentúa su carácter descapotable. El interior, aunque funcional, está diseñado para el disfrute del conductor, con una ergonomía pensada para el control y la comodidad en viajes cortos y largos. Es un diseño que no busca la ostentación, sino la belleza de la simplicidad y la funcionalidad.

Tecnología y características

Aunque el Mazda MX-5 de 2006 no es un escaparate de la tecnología más avanzada en términos de infoentretenimiento, sí incorpora soluciones ingeniosas para mejorar la experiencia de conducción. Su motor de inyección indirecta con admisión variable optimiza la entrega de potencia y el consumo. La transmisión manual de 6 velocidades es un ejemplo de precisión mecánica, permitiendo cambios rápidos y suaves. En cuanto a la seguridad, cuenta con frenos de disco ventilados de 290 mm delante y discos de 280 mm detrás, garantizando una frenada eficaz. La suspensión independiente en ambos ejes, con barras estabilizadoras, asegura un comportamiento dinámico excepcional. Es una tecnología enfocada en la mecánica y la dinámica de conducción, donde la simplicidad y la eficacia son clave.

Competencia

En el segmento de los roadsters compactos, el Mazda MX-5 de 2006 se enfrentaba a rivales como el BMW Z4, el Honda S2000 o el Toyota MR2. Cada uno con su propia personalidad, pero el MX-5 siempre se ha distinguido por su equilibrio, su ligereza y su filosofía de 'jinba ittai' (caballo y jinete como uno solo). Mientras que algunos rivales podían ofrecer más potencia o un interior más lujoso, el MX-5 se mantenía fiel a su esencia de coche deportivo asequible y divertido de conducir, ofreciendo una experiencia pura que pocos podían igualar en su rango de precio.

Conclusión

El Mazda MX-5 de 2006 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es la prueba de que la diversión al volante no requiere de cifras de potencia estratosféricas ni de un precio desorbitado. Su combinación de diseño atemporal, sensaciones de conducción puras y una fiabilidad contrastada lo convierten en un clásico moderno y una opción inmejorable para aquellos que buscan un coche para disfrutar de la carretera. Es un vehículo que te invita a conducir, a sentir, a vivir cada viaje como una aventura.