Especificaciones y análisis del Mazda Premacy
Potencia
90CV
Par
220Nm
Consumo
5.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.9s
Vel. Máx.
170km/h
Peso
1415kg
Precio
18,331€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / - puertas
370 L
58 L
66 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda Premacy 2.0 DiTD · 90 CV (1999-2001)
Descripción general
El Mazda Premacy 2.0 DiTD del año 2000 se presenta como una opción familiar práctica y funcional, un monovolumen compacto diseñado para la vida cotidiana. Con su motor diésel de 90 CV, prometía eficiencia y un rendimiento adecuado para las necesidades de la época, sin grandes alardes pero con la fiabilidad característica de la marca japonesa. Era un vehículo pensado para quienes buscaban espacio y economía en un paquete discreto.
Experiencia de conducción
Al volante del Premacy, la sensación es de solidez y previsibilidad. No esperes emociones fuertes, pero sí un comportamiento noble y seguro. El motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 90 CV de forma lineal, con un par motor de 220 Nm disponible desde bajas revoluciones (1800 rpm) que facilita los adelantamientos y la conducción en ciudad. La suspensión, aunque no es deportiva, filtra bien las irregularidades del terreno, ofreciendo un confort de marcha aceptable para viajes largos. La dirección es precisa y la caja de cambios manual de cinco velocidades, aunque no es la más rápida, cumple su función con suavidad. Es un coche que te lleva del punto A al B con tranquilidad y sin sobresaltos, ideal para familias.
Diseño y estética
El diseño del Mazda Premacy es eminentemente funcional y discreto, reflejando la tendencia de los monovolúmenes compactos de principios de los 2000. Sus líneas son suaves y redondeadas, sin aristas pronunciadas, buscando maximizar el espacio interior y la visibilidad. Con 4295 mm de largo, 1705 mm de ancho y 1570 mm de alto, ofrece una silueta equilibrada. El frontal incorpora faros de tamaño generoso y una parrilla sencilla, mientras que la zaga es vertical para optimizar la capacidad del maletero. Las llantas de 14 pulgadas con neumáticos 185/65 R14 son modestas pero adecuadas para su propósito. En definitiva, un diseño que prioriza la utilidad sobre la estética llamativa, pero que envejece con dignidad.
Tecnología y características
En el año 2000, el Mazda Premacy incorporaba la tecnología esperada para un monovolumen de su segmento. Su motor 2.0 DiTD es un diésel de inyección directa con turbo, una configuración que en aquel entonces era sinónimo de eficiencia y buen rendimiento. Con 4 cilindros y 4 válvulas por cilindro, ofrecía una compresión de 18.8:1. La transmisión era manual de 5 velocidades, enviando la potencia a las ruedas delanteras. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y tambores traseros, y estabilizadoras tanto delante como detrás para mejorar la estabilidad. Aunque no destacaba por innovaciones disruptivas, ofrecía un conjunto tecnológico robusto y probado para la época.
Competencia
En el competitivo segmento de los monovolúmenes compactos, el Mazda Premacy se enfrentaba a duros rivales como el Renault Scénic, el Opel Zafira, el Citroën Xsara Picasso y el Volkswagen Touran. Cada uno ofrecía sus propias virtudes, desde la modularidad del Scénic hasta la versatilidad de las 7 plazas del Zafira. El Premacy se posicionaba como una alternativa fiable y práctica, con un buen equilibrio entre espacio, confort y economía de uso, aunque quizás sin el mismo nivel de equipamiento o la imagen de marca de algunos de sus competidores europeos.
Conclusión
El Mazda Premacy 2.0 DiTD de 2000 es un coche que cumple lo que promete: un monovolumen compacto, espacioso y fiable, ideal para familias que buscan un transporte práctico y económico. Su diseño funcional, su motor diésel eficiente y su comportamiento predecible lo convierten en una opción sensata. Aunque no es un vehículo que despierte pasiones, su durabilidad y bajo coste de mantenimiento lo hacen una elección inteligente para el día a día. Es un compañero fiel que te acompañará en tus aventuras familiares sin pedir nada a cambio, más allá de un buen mantenimiento.




