Mercedes-Benz CLK 230 K Cabrio Aut. · 197 CV (2001-2003)

1996
Gasolina
RWD
Automático 5v
Mercedes-Benz Clase CLK - Vista 1
Mercedes-Benz Clase CLK - Vista 2
Mercedes-Benz Clase CLK - Vista 3
Mercedes-Benz Clase CLK - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase CLK

Potencia

197CV

Par

280Nm

Consumo

9.6l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8.9s

Vel. Máx.

227km/h

Peso

1645kg

Precio

50,552

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

RWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

350 L

Depósito

62 L

Potencia

145 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima197 CV / 145 kW
Par máximo280 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito62 L
Maletero350 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz CLK 230 K Cabrio Aut. · 197 CV (2001-2003)

Descripción general

El Mercedes-Benz CLK 230 K Cabrio Aut. de 1996 es un descapotable que encarna la elegancia y el lujo de la marca alemana. Con su motor de gasolina de 2.3 litros y 197 CV, acoplado a una transmisión automática de 5 velocidades, este vehículo promete una experiencia de conducción sofisticada y placentera, ideal para quienes buscan disfrutar del aire libre con estilo y confort. Su diseño atemporal y su ingeniería robusta lo convierten en un clásico deseado por muchos.

Experiencia de conducción

Conducir el CLK 230 K Cabrio es una experiencia que evoca una sensación de libertad y distinción. El motor de 197 CV, aunque no es un deportivo puro, ofrece una respuesta suave y suficiente para disfrutar de la carretera, especialmente en trayectos largos. La transmisión automática de 5 velocidades contribuye a una conducción relajada y sin sobresaltos. La suspensión, orientada al confort, filtra las irregularidades del asfalto, mientras que la dirección, aunque no es la más directa, proporciona una sensación de control y seguridad. Con la capota bajada, el viento en el cabello y el sonido del motor, cada viaje se convierte en un pequeño placer, una invitación a saborear el momento.

Diseño y estética

El diseño del Mercedes-Benz CLK Cabrio de 1996 es un testimonio de la estética clásica y refinada de Mercedes. Sus líneas fluidas y elegantes, combinadas con la ausencia de pilar B, le otorgan una silueta limpia y atractiva, especialmente con la capota plegada. Los faros dobles característicos de la época y la parrilla frontal prominente le confieren una presencia imponente. El interior, con sus materiales de alta calidad y su diseño ergonómico, refleja el lujo y la atención al detalle esperados de la marca. Es un coche que, a pesar de los años, sigue atrayendo miradas y manteniendo su encanto atemporal.

Tecnología y características

En su época, el CLK 230 K Cabrio incorporaba tecnología avanzada para ofrecer confort y seguridad. Su motor de 2.3 litros con compresor e intercooler, junto con la inyección indirecta, optimizaba el rendimiento y la eficiencia. La transmisión automática de 5 velocidades era un estándar de lujo, proporcionando cambios suaves y una experiencia de conducción sin esfuerzo. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados en la parte delantera y discos sólidos en la trasera, además de una suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes para una estabilidad óptima. Aunque hoy en día sus sistemas puedan parecer básicos, en su momento representaban la vanguardia de la ingeniería automotriz.

Competencia

En el segmento de los cabriolets de lujo de su época, el Mercedes-Benz CLK 230 K Cabrio se enfrentaba a competidores de la talla del BMW Serie 3 Cabrio (E36), el Audi A4 Cabrio y, en menor medida, el Saab 9-3 Cabrio. Cada uno ofrecía su propia interpretación del lujo y la conducción a cielo abierto, pero el CLK destacaba por su inconfundible elegancia, su confort de marcha y la reputación de fiabilidad de Mercedes-Benz, atrayendo a aquellos que buscaban una experiencia más refinada y menos orientada a la deportividad extrema.

Conclusión

El Mercedes-Benz CLK 230 K Cabrio Aut. de 1996 es más que un simple coche; es una declaración de estilo y una invitación a disfrutar de la vida con elegancia. Su combinación de un diseño atractivo, un motor suave y una experiencia de conducción confortable lo convierten en un clásico deseado. Aunque sus prestaciones no sean las más deportivas, su encanto reside en la sofisticación y el placer de viajar a cielo abierto. Es un vehículo que, con el mantenimiento adecuado, seguirá ofreciendo momentos memorables a sus propietarios, manteniendo viva la esencia del lujo descapotable de Mercedes-Benz.