Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase G
Potencia
177CV
Par
330Nm
Consumo
12.1l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
14.2s
Vel. Máx.
164km/h
Peso
2220kg
Precio
66,313€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
AWD
5 / 3 puertas
250 L
96 L
130 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mercedes-Benz G 300 TD Cabrio · 177 CV (1994-2000)
Descripción general
El Mercedes-Benz Clase G 300 TD Cabrio de 2001 es una leyenda sobre ruedas, un vehículo que trasciende el tiempo y las modas. Con su robusta presencia y su capacidad todoterreno inigualable, este modelo no es solo un coche, es una declaración de intenciones. Representa la fusión perfecta entre la ingeniería alemana de Mercedes-Benz y la libertad que solo un cabrio puede ofrecer, invitando a la aventura sin límites.
Experiencia de conducción
Conducir el Clase G 300 TD Cabrio es una experiencia visceral. El motor diésel de 177 CV, aunque no es un velocista, entrega un par motor de 330 Nm a bajas revoluciones, lo que se traduce en una fuerza imparable para superar cualquier obstáculo. La suspensión de eje rígido, tanto delantera como trasera, transmite cada imperfección del terreno, pero a cambio ofrece una durabilidad y una capacidad off-road excepcionales. La dirección, aunque no es la más precisa en carretera, se siente robusta y comunicativa cuando el asfalto desaparece. La capota de lona, al plegarse, inunda el habitáculo de sensaciones, permitiendo disfrutar del viento y el paisaje, conectando al conductor con el entorno de una manera única. Es un coche que te hace sentir invencible, capaz de conquistar cualquier camino, por difícil que sea.
Diseño y estética
El diseño del Mercedes-Benz Clase G 300 TD Cabrio es icónico, atemporal y funcional. Sus líneas cuadradas y angulosas, lejos de ser un capricho estético, responden a una filosofía de máxima robustez y practicidad. La carrocería cabrio añade un toque de exclusividad y aventura, transformando un todoterreno puro en un vehículo de ocio con un encanto innegable. Los faros redondos, la parrilla distintiva y las bisagras expuestas de las puertas son elementos que han permanecido inalterables a lo largo de las décadas, consolidando su estatus de clásico. El interior, aunque sobrio, está construido con materiales de alta calidad y una ergonomía pensada para la durabilidad y la funcionalidad, reflejando la esencia de un vehículo diseñado para durar.
Tecnología y características
En el año 2001, la tecnología del Mercedes-Benz Clase G 300 TD Cabrio se centraba en la robustez mecánica y la capacidad todoterreno. Su motor diésel de 2996 cc con inyección indirecta, turbo e intercooler, ofrecía una combinación de potencia y eficiencia para la época. La transmisión automática de 5 velocidades y la tracción integral permanente (AWD) garantizaban un rendimiento óptimo en cualquier superficie. Aunque carecía de las sofisticadas ayudas electrónicas a la conducción de los vehículos modernos, su tecnología se basaba en soluciones mecánicas probadas y fiables, como los ejes rígidos y los frenos de disco ventilados delanteros, que aseguraban un control y una seguridad adecuados para su propósito. La ausencia de un sistema Start/Stop y la etiqueta ambiental 'Sin distintivo' son un reflejo de su época, donde la eficiencia y las emisiones no eran las prioridades actuales.
Competencia
En su segmento, el Mercedes-Benz Clase G 300 TD Cabrio se enfrentaba a pocos rivales directos que pudieran igualar su combinación de lujo, capacidad todoterreno y formato cabrio. Podríamos considerar al Land Rover Defender 90 Soft Top por su enfoque en la aventura y la robustez, aunque con un nivel de confort y acabados inferior. Otros todoterrenos de la época, como el Toyota Land Cruiser o el Nissan Patrol, ofrecían capacidades off-road notables, pero carecían de la exclusividad y el diseño descapotable del Clase G. Su verdadero rival era él mismo, un icono que ha sabido mantenerse relevante a lo largo del tiempo gracias a su personalidad inconfundible.
Conclusión
El Mercedes-Benz Clase G 300 TD Cabrio de 2001 es mucho más que un simple vehículo; es una leyenda viva, un símbolo de aventura y resistencia. Su diseño atemporal, su inquebrantable capacidad todoterreno y la libertad que ofrece su configuración cabrio lo convierten en una pieza única en la historia del automóvil. Aunque sus prestaciones en carretera no sean las de un deportivo y su consumo refleje otra época, su carisma y su capacidad para llevarte a cualquier rincón del planeta lo hacen irresistible para aquellos que buscan una experiencia de conducción auténtica y sin compromisos. Es un coche para disfrutar, para explorar y para dejar una huella imborrable en cada viaje.




