Mercedes-Benz G 55 AMG SW Largo · 354 CV (2003-2006)

2001
Gasolina
AWD
Automático 5v

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase G

Potencia

354CV

Par

525Nm

Consumo

16.2l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

7.4s

Vel. Máx.

209km/h

Peso

2485kg

Precio

119,900

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

480 L

Depósito

96 L

Potencia

260 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima354 CV / 260 kW
Par máximo525 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito96 L
Maletero480 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz G 55 AMG SW Largo · 354 CV (2003-2006)

Descripción general

El Mercedes-Benz Clase G 55 AMG SW Largo de 2001 es una declaración de intenciones, un vehículo que desafía las convenciones y se erige como un icono de lujo y potencia. Con su motor V8 de 5.4 litros y 354 CV, este todoterreno no solo promete un rendimiento excepcional, sino que también evoca una sensación de exclusividad y aventura. Su precio de 119.900 euros en su momento lo posicionaba como un objeto de deseo para aquellos que buscaban lo máximo en prestaciones y distinción.

Experiencia de conducción

Conducir el G 55 AMG es una experiencia visceral. El rugido del motor V8 al arrancar es una sinfonía para los amantes de la potencia, y la aceleración de 0 a 100 km/h en solo 7.4 segundos es impresionante para un vehículo de su tamaño y peso. A pesar de su naturaleza todoterreno, la suspensión, aunque firme, absorbe las irregularidades del camino con una solvencia sorprendente. La dirección, de recirculación de bolas, ofrece una conexión directa con la carretera, transmitiendo confianza en cada giro. En carretera, su aplomo es notable, y fuera de ella, su capacidad para superar obstáculos es legendaria, gracias a su tracción total y sus ejes rígidos. Es un coche que te hace sentir invencible, capaz de conquistar cualquier terreno con una mezcla de elegancia y brutalidad.

Diseño y estética

El diseño del Clase G 55 AMG es atemporal y robusto, una silueta que ha permanecido prácticamente inalterada durante décadas, lo que le confiere un estatus de clásico instantáneo. Sus líneas cuadradas y musculosas, sus grandes pasos de rueda y su imponente parrilla frontal transmiten una sensación de fuerza inquebrantable. Los detalles AMG, como las llantas de 18 pulgadas y los escapes laterales, añaden un toque de deportividad y exclusividad. En el interior, el lujo se combina con la funcionalidad. Materiales de alta calidad, como el cuero y la madera, se mezclan con una ergonomía pensada para la aventura. Es un diseño que no busca la sutileza, sino la afirmación de su presencia.

Tecnología y características

A pesar de su apariencia clásica, el G 55 AMG incorpora tecnología avanzada para su época. Su motor V8 de 5.4 litros con inyección indirecta y 3 válvulas por cilindro es una obra de ingeniería que entrega 354 CV y un par motor de 525 Nm. La transmisión automática de 5 velocidades gestiona la potencia de manera eficiente, mientras que el sistema de tracción total permanente garantiza una adherencia óptima en cualquier situación. Los frenos de disco ventilados delanteros de 315 mm y los discos traseros de 272 mm aseguran una frenada potente y segura. Aunque no cuenta con las últimas ayudas a la conducción de hoy en día, su robustez mecánica y su enfoque en la durabilidad lo convierten en un vehículo fiable y capaz.

Competencia

En su segmento, el Mercedes-Benz Clase G 55 AMG se enfrentaba a rivales de la talla del Range Rover, que ofrecía un lujo similar pero con un enfoque más refinado en carretera, o el Hummer H2, que destacaba por su imagen imponente y sus capacidades todoterreno extremas, aunque con un menor refinamiento. Otros competidores podrían incluir el Porsche Cayenne Turbo o el BMW X5, aunque estos últimos se inclinaban más hacia el rendimiento deportivo en asfalto. El G 55 AMG se distinguía por su combinación única de lujo, potencia bruta y una capacidad todoterreno inigualable, manteniendo una estética que lo hacía inconfundible.

Conclusión

El Mercedes-Benz Clase G 55 AMG SW Largo de 2001 es más que un simple todoterreno; es una leyenda sobre ruedas. Su combinación de un diseño icónico, un motor V8 potente y unas capacidades todoterreno excepcionales lo convierten en un vehículo único en su especie. Es un coche para aquellos que buscan la máxima expresión de lujo, rendimiento y aventura, sin comprometer la robustez y la fiabilidad. Su precio elevado y su consumo de combustible son el peaje a pagar por poseer una pieza de la historia del automóvil, un vehículo que sigue siendo relevante y deseado incluso hoy en día. Es una inversión en una experiencia de conducción inigualable y en un estilo de vida.