Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase S
Potencia
250CV
Par
560Nm
Consumo
9.6l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
7.8s
Vel. Máx.
250km/h
Peso
1990kg
Precio
91,700€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
RWD
5 / 4 puertas
500 L
88 L
184 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mercedes-Benz S 400 CDI · 250 CV (2002-2005)
Descripción general
El Mercedes-Benz Clase S 400 CDI de 2003 es la encarnación del lujo y la potencia diésel de su época. Este sedán de alta gama, con su imponente presencia y su motor V8, prometía una experiencia de conducción inigualable, combinando el confort supremo con un rendimiento robusto. Era el coche para aquellos que buscaban lo mejor de ambos mundos: la eficiencia del diésel y la sofisticación de un Mercedes-Benz de la serie S.
Experiencia de conducción
Al volante del S 400 CDI, la sensación es de absoluta autoridad y serenidad. El motor diésel de 250 CV entrega su potencia de forma suave pero contundente, empujando el coche con una facilidad sorprendente para su tamaño. La suspensión, diseñada para absorber cualquier imperfección del asfalto, convierte cada viaje en una experiencia de alfombra mágica. Es un coche que invita a devorar kilómetros sin fatiga, donde el silencio y el confort son los protagonistas, permitiendo disfrutar de cada trayecto con una placidez inigualable.
Diseño y estética
El diseño del Mercedes-Benz Clase S de 2003 es un clásico atemporal. Sus líneas elegantes y fluidas, aunque robustas, transmiten una sensación de prestigio y solidez. La carrocería estándar de 5043 mm de longitud, 1855 mm de ancho y 1444 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2965 mm, le confieren una presencia imponente en la carretera. Los detalles cromados y la parrilla frontal característica de Mercedes-Benz refuerzan su estatus de lujo, mientras que el interior, con sus acabados de alta calidad, invita a un viaje de primera clase.
Tecnología y características
En 2003, el S 400 CDI era un escaparate de la tecnología automotriz. Su motor diésel V8 de 3996 cc, con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, era una maravilla de la ingeniería, ofreciendo 250 CV y un par motor de 560 Nm a solo 1700 rpm. La transmisión automática de 5 velocidades gestionaba la potencia con una suavidad exquisita, enviándola a las ruedas traseras. La suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, junto con frenos de disco ventilados, aseguraban un control y una seguridad excepcionales. Aunque no contaba con las últimas innovaciones eléctricas de hoy, su tecnología mecánica y de confort era de vanguardia para su tiempo.
Competencia
En su segmento, el Mercedes-Benz Clase S 400 CDI se enfrentaba a pesos pesados como el BMW Serie 7 y el Audi A8. Estos rivales ofrecían sus propias interpretaciones del lujo y el rendimiento, pero el Clase S se distinguía por su inconfundible confort de marcha, su prestigio y la robustez de su motor diésel V8, que ofrecía una combinación única de potencia y eficiencia para la época. Era una batalla de gigantes donde cada marca ponía lo mejor de sí para conquistar al cliente más exigente.
Conclusión
El Mercedes-Benz Clase S 400 CDI de 2003 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Representa la cúspide de la ingeniería y el lujo de su tiempo, ofreciendo una experiencia de conducción que pocos vehículos podían igualar. Su combinación de un potente motor diésel, un confort inigualable y un diseño atemporal lo convierten en un clásico moderno, un testimonio de la capacidad de Mercedes-Benz para crear automóviles que trascienden el mero transporte para convertirse en verdaderas obras de arte rodantes. Es un coche que, incluso hoy, sigue evocando admiración y respeto.




