Mercedes-Benz S 55 AMG Largo · 360 CV (1999-2002)

1999
Gasolina
RWD
Automático 5v
Mercedes-Benz Clase S - Vista 1
Mercedes-Benz Clase S - Vista 2
Mercedes-Benz Clase S - Vista 3
Mercedes-Benz Clase S - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase S

Potencia

360CV

Par

530Nm

Consumo

13.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

6s

Vel. Máx.

250km/h

Peso

1905kg

Precio

123,450

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

RWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

500 L

Depósito

88 L

Potencia

265 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima360 CV / 265 kW
Par máximo530 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito88 L
Maletero500 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz S 55 AMG Largo · 360 CV (1999-2002)

Descripción general

El Mercedes-Benz Clase S 55 AMG Largo de 1999 es una declaración de intenciones, un vehículo que fusiona el lujo supremo con un rendimiento deportivo excepcional. Diseñado para aquellos que buscan la máxima expresión de confort y potencia, este Clase S no es solo un coche, es una experiencia. Su presencia imponente y su motor V8 de 360 CV lo convierten en un clásico instantáneo, un coche que, incluso hoy, sigue siendo un referente de la ingeniería automotriz de lujo y altas prestaciones.

Experiencia de conducción

Al volante del S 55 AMG Largo, la sensación es de poder ilimitado y una suavidad inigualable. El motor V8 de 5.4 litros responde con una contundencia asombrosa, catapultando este sedán de lujo de 0 a 100 km/h en apenas 6 segundos, una cifra impresionante para su tamaño y peso. La transmisión automática de 5 velocidades gestiona la potencia con una fluidez que invita a devorar kilómetros sin esfuerzo. A pesar de su enfoque deportivo, el confort es primordial, con una suspensión que filtra las imperfecciones de la carretera y un habitáculo insonorizado que aísla del mundo exterior. Es un coche que te envuelve, te protege y te permite disfrutar de cada viaje, ya sea en un trayecto urbano o en una larga travesía por autopista. La dirección, precisa y comunicativa, permite sentir el asfalto, mientras que los frenos de disco ventilados, tanto delanteros como traseros, ofrecen una capacidad de detención formidable, infundiendo confianza en todo momento. Es una máquina que combina la opulencia con la adrenalina, una experiencia de conducción que pocos vehículos pueden igualar.

Diseño y estética

El diseño del Mercedes-Benz Clase S 55 AMG Largo de 1999 es una obra maestra de la elegancia atemporal y la deportividad sutil. Sus líneas fluidas y su silueta alargada transmiten una sensación de prestigio y sofisticación. La versión AMG añade toques distintivos que realzan su carácter deportivo sin caer en la ostentación. Las llantas de 18 pulgadas, con neumáticos de diferente medida en el eje delantero y trasero (245/45 R18 Y y 275/40 R18 Y respectivamente), no solo mejoran el agarre, sino que también contribuyen a una estética más agresiva y plantada. Los detalles cromados y la parrilla frontal, características de la marca, le otorgan una presencia imponente. En el interior, la calidad de los materiales es excepcional, con cuero, madera y aluminio que se combinan para crear un ambiente de lujo y confort. El espacio es generoso, especialmente en la versión larga, ofreciendo a los ocupantes traseros un nivel de comodidad digno de una limusina. Cada elemento está diseñado para complacer los sentidos y ofrecer una experiencia de viaje inigualable.

Tecnología y características

A pesar de ser un modelo de finales de los 90, el Mercedes-Benz Clase S 55 AMG Largo incorporaba una tecnología avanzada para su época. Su motor V8 de 5.4 litros, con 3 válvulas por cilindro e inyección indirecta, era un prodigio de la ingeniería, ofreciendo una potencia de 360 CV y un par motor de 530 Nm desde bajas revoluciones. La transmisión automática de 5 velocidades, aunque no tan sofisticada como las actuales, era suave y eficiente. En cuanto a la seguridad, contaba con sistemas de frenado avanzados y una estructura robusta. La suspensión, aunque no se especifican los detalles exactos, estaba diseñada para ofrecer un equilibrio óptimo entre confort y estabilidad. El interior estaba repleto de comodidades, como asientos eléctricos, climatizador automático y un sistema de sonido de alta fidelidad, todo ello pensado para hacer cada viaje lo más placentero posible. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable en función de la velocidad, ofrecía una respuesta directa y precisa. En resumen, era un escaparate tecnológico que sentó las bases para futuras innovaciones en el segmento de lujo.

Competencia

En su época, el Mercedes-Benz Clase S 55 AMG Largo se enfrentaba a rivales de la talla del BMW Serie 7 (E38) en sus versiones más potentes, como el 750i, y al Audi A8 (D2) con motor W12. También competía con modelos de lujo británicos como el Jaguar XJ y el Bentley Arnage. Cada uno de estos vehículos ofrecía su propia interpretación del lujo y el rendimiento, pero el Clase S 55 AMG se distinguía por su combinación única de elegancia, potencia bruta y la reputación de fiabilidad de Mercedes-Benz. Era un coche para aquellos que buscaban lo mejor de ambos mundos: la comodidad de un sedán de lujo y la emoción de un deportivo de alto rendimiento.

Conclusión

El Mercedes-Benz Clase S 55 AMG Largo de 1999 es más que un coche; es un icono, una máquina que representa la cúspide de la ingeniería y el lujo automotriz de su tiempo. Su combinación de un motor V8 potente, un diseño elegante y un interior suntuoso lo convierte en un vehículo deseable incluso hoy. Es un coche que te hace sentir especial, que te envuelve en una atmósfera de exclusividad y rendimiento. Para los amantes de los coches clásicos de alto rendimiento, este Clase S es una joya que ofrece una experiencia de conducción inolvidable y un legado que perdura en el tiempo. Es una inversión en historia, en emoción y en la inconfundible calidad de Mercedes-Benz.