Especificaciones y análisis del Opel Astra
Potencia
101CV
Par
150Nm
Consumo
8.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
13.5s
Vel. Máx.
178km/h
Peso
1204kg
Precio
13,974€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 3 puertas
370 L
52 L
74 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Opel Astra 3p Comfort 1.6 16v Aut. · 101 CV (2000)
Descripción general
El Opel Astra de 1998, en su versión de 3 puertas Comfort 1.6 16v Automático, se presenta como una opción compacta y funcional para la época. Con un motor de gasolina de 101 CV y una transmisión automática de 4 velocidades, este modelo buscaba ofrecer una conducción cómoda y sin complicaciones en el día a día. Su diseño, aunque discreto, se integraba bien en el panorama automovilístico de finales de los 90, prometiendo un vehículo práctico y accesible para un amplio público.
Experiencia de conducción
Al volante del Astra de 1998, la sensación predominante es la de una conducción suave y relajada, especialmente gracias a su transmisión automática. Los 101 CV del motor 1.6 16v ofrecen una respuesta adecuada para la mayoría de las situaciones urbanas y en carretera, aunque no se espera una aceleración fulgurante (13.5 segundos de 0 a 100 km/h). La suspensión tipo McPherson delantera y de rueda tirada trasera contribuye a un confort de marcha aceptable, absorbiendo las irregularidades del camino. La dirección de cremallera, sin asistencia variable, proporciona una conexión directa con la carretera, aunque puede requerir un poco más de esfuerzo en maniobras a baja velocidad. En general, es un coche que invita a una conducción tranquila y sin sobresaltos, ideal para quienes buscan practicidad por encima de las emociones deportivas.
Diseño y estética
El diseño del Opel Astra de 1998, en su variante de 3 puertas, es un reflejo de la estética automovilística de finales de los años 90. Sus líneas son limpias y funcionales, sin grandes alardes estéticos, pero con una presencia sólida y reconocible. La carrocería de 3 puertas le confiere un aspecto más juvenil y dinámico en comparación con las versiones de 5 puertas, aunque sin sacrificar la practicidad. Los faros delanteros son de tamaño generoso y se integran armoniosamente en el frontal, mientras que la zaga es sencilla y bien proporcionada. En el interior, la disposición de los elementos es ergonómica y los materiales, aunque no lujosos, son duraderos y cumplen su función. Es un diseño que prioriza la funcionalidad y la atemporalidad, buscando agradar a un público amplio sin caer en excentricidades.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Opel Astra de 1998 incorporaba las soluciones habituales para su segmento en la época. Su motor de gasolina de 1.6 litros y 16 válvulas, con inyección indirecta, era una configuración probada y eficiente. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque no tan sofisticada como las actuales, ofrecía una comodidad significativa en la conducción diaria. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados en el eje delantero y tambores en el trasero, una configuración estándar. La dirección de cremallera y la suspensión independiente delantera contribuían a un comportamiento dinámico predecible. Aunque carecía de las ayudas a la conducción modernas, su tecnología estaba orientada a ofrecer una experiencia de conducción fiable y accesible.
Competencia
En su momento, el Opel Astra de 1998 se enfrentaba a una dura competencia en el segmento de los compactos. Sus principales rivales incluían modelos como el Volkswagen Golf, el Ford Focus, el Renault Mégane y el Peugeot 306. Cada uno de ellos ofrecía sus propias fortalezas, ya fuera en diseño, equipamiento o dinámica de conducción. El Astra se posicionaba como una opción equilibrada, con un buen compromiso entre confort, fiabilidad y coste, buscando atraer a aquellos compradores que valoraban la practicidad y la solidez de la marca Opel.
Conclusión
El Opel Astra de 1998, en su configuración de 3 puertas Comfort 1.6 16v Automático, representa un capítulo importante en la historia de los compactos. Fue un coche diseñado para ser un compañero fiel en el día a día, ofreciendo una conducción cómoda y sin complicaciones gracias a su motor de 101 CV y su transmisión automática. Su diseño funcional y su tecnología probada lo convirtieron en una opción atractiva para muchos. Aunque no destacaba por prestaciones deportivas o lujos, su equilibrio general y su fiabilidad lo consolidaron como una alternativa sólida en un segmento muy competitivo. Es un vehículo que, a pesar del paso del tiempo, sigue evocando la esencia de la automoción práctica y accesible de finales del siglo XX.




