Opel Astra Sedan Elegance 2.0 Dti 16v · 101 CV (1998-2002)

1998
Gasóleo
FWD
Manual 5v

Especificaciones y análisis del Opel Astra

Potencia

101CV

Par

230Nm

Consumo

5.7l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

12s

Vel. Máx.

188km/h

Peso

1334kg

Precio

18,810

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

460 L

Depósito

52 L

Potencia

74 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima101 CV / 74 kW
Par máximo230 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito52 L
Maletero460 L

Análisis detallado del Opel Astra Sedan Elegance 2.0 Dti 16v · 101 CV (1998-2002)

Descripción general

El Opel Astra Sedán Elegance 2.0 Dti 16v de 1998 emerge como una propuesta sólida y equilibrada en el segmento de las berlinas compactas de su época. Con su motor diésel de 101 CV, prometía eficiencia y un rendimiento adecuado para el día a día, sin renunciar a la comodidad y el espacio que se espera de un sedán. Era un coche pensado para quienes buscaban un vehículo fiable y práctico, con un toque de distinción en su acabado Elegance.

Experiencia de conducción

Al volante de este Astra, la sensación predominante es de solidez y aplomo. El motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 101 CV de forma lineal y con un par motor de 230 Nm a bajas revoluciones (1950 rpm) que facilita los adelantamientos y la conducción en carretera. La caja de cambios manual de 5 velocidades es precisa, contribuyendo a una experiencia de conducción agradable y sin sobresaltos. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, filtra bien las irregularidades del terreno, ofreciendo un buen compromiso entre confort y estabilidad. La dirección de cremallera, aunque carece de la inmediatez de sistemas más modernos, cumple su función con corrección. En general, es un coche que transmite confianza y seguridad en cada trayecto.

Diseño y estética

El diseño del Opel Astra Sedán de 1998 es un reflejo de la estética automovilística de finales de los 90: líneas suaves, formas redondeadas y una silueta clásica de berlina de cuatro puertas. La versión Elegance añade detalles que realzan su presencia, como llantas de 15 pulgadas y una parrilla frontal distintiva. Aunque no busca la extravagancia, su diseño es atemporal y funcional, con una aerodinámica cuidada que contribuye a su eficiencia. El interior, sobrio y bien organizado, prioriza la ergonomía y la facilidad de uso, con materiales que, sin ser lujosos, ofrecen una buena sensación de durabilidad.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Astra de 1998 incorporaba las soluciones habituales para su segmento y época. Su motor 2.0 Dti 16v destacaba por su inyección directa, turbo e intercooler, elementos que optimizaban la combustión y el rendimiento del diésel. En cuanto a seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, un equipamiento adecuado para la época. La dirección asistida facilitaba las maniobras, y aunque no disponía de los sistemas de asistencia a la conducción actuales, ofrecía lo necesario para una conducción segura y confortable. Su consumo combinado de 5.7 l/100km era un punto fuerte, demostrando la eficiencia de su mecánica diésel.

Competencia

En su momento, el Opel Astra Sedán Elegance 2.0 Dti 16v competía con modelos como el Volkswagen Bora, el Ford Focus Sedán, el Renault Mégane Classic o el Peugeot 306 Sedán. Frente a ellos, el Astra ofrecía un equilibrio notable entre prestaciones, consumo, espacio interior y un diseño conservador pero elegante. Su motor diésel era una de sus bazas, compitiendo directamente con las versiones diésel de sus rivales en términos de eficiencia y fiabilidad.

Conclusión

El Opel Astra Sedán Elegance 2.0 Dti 16v de 1998 fue un coche honesto y competente, ideal para quienes buscaban una berlina compacta con un motor diésel eficiente y un buen nivel de equipamiento. Su diseño atemporal, su comportamiento dinámico equilibrado y su probada fiabilidad lo convirtieron en una opción muy atractiva en su segmento. Aunque los años han pasado, sigue siendo un ejemplo de la ingeniería alemana de finales del siglo XX, un vehículo que cumplía con creces las expectativas de sus propietarios.