Especificaciones y análisis del Opel Omega
Potencia
150CV
Par
300Nm
Consumo
8.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.5s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1808kg
Precio
38,300€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
RWD
5 / 5 puertas
540 L
75 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Opel Omega Caravan Sport 2.5 DTi 150 CV Aut. (2001-2002)
Descripción general
El Opel Omega Caravan Sport 2.5 DTi de 1996, en su versión de 150 CV con transmisión automática, representa la esencia de la berlina familiar de lujo de su época. Con su carrocería familiar, ofrecía un espacio y una comodidad excepcionales, ideal para viajes largos y para quienes buscaban un vehículo práctico sin renunciar a la elegancia y el rendimiento. Este modelo, con su motor diésel de seis cilindros, prometía una experiencia de conducción suave y potente, marcando un hito en la oferta de Opel en el segmento de las grandes berlinas.
Experiencia de conducción
Al volante del Omega Caravan Sport, la sensación predominante es de aplomo y confort. Su motor diésel de 2.5 litros y 150 CV, acoplado a una caja de cambios automática de 5 velocidades, entrega una potencia lineal y suficiente para mover con soltura sus 1808 kg. La aceleración de 0 a 100 km/h en 11.5 segundos no es fulgurante, pero sí progresiva y adecuada para su enfoque familiar. La velocidad máxima de 200 km/h permite mantener cruceros elevados con facilidad. La suspensión tipo McPherson delantera y los frenos de disco ventilados en ambos ejes contribuyen a una conducción segura y predecible, aunque sin pretensiones deportivas. El consumo combinado de 8.7 l/100km es razonable para un vehículo de su tamaño y peso, ofreciendo una buena autonomía gracias a su depósito de 75 litros. La dirección de cremallera, aunque carente de la inmediatez de sistemas más modernos, proporciona una buena sensación de control en carretera.
Diseño y estética
El diseño del Opel Omega Caravan Sport de 1996 es un reflejo de la estética automovilística de finales de los 90: líneas sobrias, elegantes y funcionales. La carrocería familiar, o 'Caravan', se integra armoniosamente con el frontal distintivo del Omega, ofreciendo una silueta alargada y robusta. Los detalles 'Sport' se manifestaban en elementos sutiles que realzaban su carácter dinámico sin caer en estridencias. El interior, aunque no se detalla en los datos, se caracterizaba por su amplitud y la calidad de los materiales, con un enfoque en la ergonomía y el confort para todos los ocupantes. El maletero de 540 litros era uno de sus puntos fuertes, ofreciendo una gran capacidad de carga para viajes o actividades familiares.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Opel Omega Caravan Sport 2.5 DTi destacaba por su motor diésel de inyección directa por conducto común, turbo con geometría variable e intercooler, una configuración avanzada para la época que optimizaba la entrega de potencia y la eficiencia. El bloque de hierro y la culata de aluminio del motor eran una combinación robusta y fiable. La transmisión automática de 5 velocidades ofrecía una conducción relajada y suave, ideal para largos trayectos. Aunque no se mencionan sistemas de asistencia a la conducción modernos, el vehículo contaba con elementos de seguridad activa y pasiva estándar para su segmento, como frenos de disco ventilados y estabilizadoras en ambos ejes. La tracción trasera (RWD) contribuía a una dinámica de conducción equilibrada y un tacto más clásico.
Competencia
En su segmento, el Opel Omega Caravan Sport competía con berlinas familiares de marcas como Mercedes-Benz (Clase E Estate), BMW (Serie 5 Touring) y Audi (A6 Avant). Frente a ellos, el Omega ofrecía una alternativa con una excelente relación calidad-precio, un gran espacio interior y un confort de marcha notable. Aunque quizás no alcanzaba el mismo nivel de prestigio o deportividad que algunos de sus rivales premium, el Omega se posicionaba como una opción muy competente para quienes buscaban un familiar grande, potente y bien equipado, con un enfoque más práctico y menos ostentoso.
Conclusión
El Opel Omega Caravan Sport 2.5 DTi de 1996 fue un vehículo que supo combinar la funcionalidad de una carrocería familiar con la elegancia y el rendimiento de una berlina de gama alta. Su motor diésel potente y eficiente, junto con una transmisión automática suave, lo convertían en un compañero ideal para viajes largos y para el día a día familiar. Aunque los años han pasado, su legado como un coche espacioso, cómodo y fiable perdura, representando una época en la que Opel apostaba fuerte por el segmento de las grandes berlinas. Un coche que, sin duda, dejó una huella en el corazón de muchos conductores.




