Especificaciones y análisis del Opel Omega
Potencia
150CV
Par
300Nm
Consumo
7.6l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.5s
Vel. Máx.
208km/h
Peso
1685kg
Precio
36,560€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
RWD
5 / 4 puertas
530 L
75 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Opel Omega Sedan Elegance 2.5 DTI · 150 CV (2001-2003)
Descripción general
El Opel Omega Sedan Elegance 2.5 DTI, fabricado entre 2001 y 2003, se presenta como una berlina de gran tamaño que buscaba ofrecer un equilibrio entre confort, prestaciones y eficiencia. Con un motor diésel de 150 CV y tracción trasera, este modelo se posicionaba como una opción interesante para quienes buscaban un coche espacioso y capaz para largos viajes, sin renunciar a un cierto dinamismo. Su diseño clásico y sus dimensiones generosas lo convertían en un vehículo con una presencia imponente en la carretera.
Experiencia de conducción
Al volante del Opel Omega 2.5 DTI, la sensación predominante es de aplomo y confort. El motor diésel, con sus 150 CV y un par motor de 300 Nm disponible desde bajas revoluciones, ofrece una respuesta contundente y progresiva, ideal para adelantar con seguridad o mantener cruceros elevados en autopista. La caja de cambios manual de cinco velocidades, aunque no es la más rápida, permite un manejo suave y preciso. La suspensión, orientada al confort, filtra eficazmente las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje relajado para todos los ocupantes. La dirección, de tipo cremallera, ofrece una buena asistencia, aunque podría ser más comunicativa en situaciones de conducción deportiva. En general, es un coche que invita a devorar kilómetros con tranquilidad y sin fatiga.
Diseño y estética
El diseño del Opel Omega Sedan Elegance 2.5 DTI es un reflejo de la estética automovilística de principios de los 2000: líneas sobrias, elegantes y funcionales. Su carrocería de cuatro puertas y sus generosas dimensiones (4898 mm de largo, 1776 mm de ancho y 1455 mm de alto) le otorgan una presencia distinguida. El frontal, con sus faros alargados y la parrilla característica de Opel, transmite seriedad. La silueta es clásica de berlina, con un techo que desciende suavemente hacia la zaga, donde encontramos unos pilotos traseros bien integrados. Aunque no es un diseño que busque la espectacularidad, su elegancia atemporal le permite envejecer con dignidad. El interior, por su parte, destaca por su amplitud y la calidad de los materiales, con un salpicadero bien organizado y asientos cómodos que invitan a largos viajes.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Opel Omega 2.5 DTI incorporaba soluciones avanzadas para su época. Su motor diésel de 2.5 litros, con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, era un ejemplo de eficiencia y rendimiento. La culata de aluminio y el bloque de hierro contribuían a la durabilidad del conjunto. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados en ambos ejes, lo que garantizaba una buena capacidad de detención. La dirección asistida y la suspensión McPherson en el eje delantero contribuían a una conducción segura y confortable. Aunque carecía de las ayudas a la conducción más modernas, su equipamiento era completo para su segmento y año de fabricación.
Competencia
En su segmento, el Opel Omega Sedan Elegance 2.5 DTI se enfrentaba a duros competidores de marcas premium y generalistas. Entre sus principales rivales se encontraban modelos como el BMW Serie 5, el Mercedes-Benz Clase E, el Audi A6, el Ford Scorpio o el Volvo S80. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, ya fuera en términos de lujo, deportividad o fiabilidad, pero el Omega se defendía con su equilibrio general, su espacio interior y su relación calidad-precio.
Conclusión
El Opel Omega Sedan Elegance 2.5 DTI es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo una opción interesante para quienes buscan una berlina espaciosa, confortable y con un motor diésel robusto. Su diseño clásico, su buen comportamiento en carretera y su equipamiento tecnológico para la época lo convierten en un vehículo versátil, ideal tanto para el uso diario como para largos viajes. Es un coche que transmite solidez y que, con un mantenimiento adecuado, puede seguir ofreciendo muchas satisfacciones a sus propietarios.