Opel Omega Sedán Elegance 2.5 V6 Aut. · 170 CV (2000)

1996
Gasolina
RWD
Automático 4v
Opel Omega - Vista 1
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Opel Omega - Vista 3
Opel Omega - Vista 4

Especificaciones y análisis del Opel Omega

Potencia

170CV

Par

230Nm

Consumo

10.9l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.5s

Vel. Máx.

223km/h

Peso

1695kg

Precio

31,800

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

RWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

530 L

Depósito

75 L

Potencia

125 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima170 CV / 125 kW
Par máximo230 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito75 L
Maletero530 L

Análisis detallado del Opel Omega Sedán Elegance 2.5 V6 Aut. · 170 CV (2000)

Descripción general

El Opel Omega Sedán Elegance 2.5 V6 Aut. de 1996 es un sedán que encarna la esencia de la berlina de lujo de finales del siglo XX. Con su motor V6 de 170 CV y una transmisión automática de 4 velocidades, este vehículo prometía viajes cómodos y potentes. Su diseño clásico y sus dimensiones generosas lo posicionaban como una opción atractiva para quienes buscaban espacio, confort y un toque de distinción en la carretera.

Experiencia de conducción

Al volante del Omega 2.5 V6, la sensación predominante es de suavidad y aplomo. El motor V6 entrega su potencia de manera lineal y refinada, ideal para largos trayectos por autopista. La suspensión, orientada al confort, filtra eficazmente las irregularidades del terreno, proporcionando una experiencia de conducción relajada. Aunque no es un coche deportivo, su capacidad para acelerar de 0 a 100 km/h en 10.5 segundos y alcanzar los 223 km/h de velocidad máxima, demuestra que tiene reservas de potencia para afrontar cualquier situación con solvencia. La dirección de cremallera, aunque no es la más comunicativa, cumple su función con precisión, y los frenos de disco ventilados delanteros y macizos traseros ofrecen una detención segura.

Diseño y estética

El diseño del Opel Omega de 1996 es un reflejo de la elegancia sobria y funcional de la época. Sus líneas son fluidas y atemporales, con una silueta que denota prestancia y solidez. La carrocería sedán de cuatro puertas, con una longitud de casi 4.9 metros, ofrece una presencia imponente en la carretera. Los detalles cromados y las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 225/55 R16 V complementan su estética, aportando un toque de sofisticación sin caer en excesos. El interior, espacioso y bien acabado, está diseñado para ofrecer el máximo confort a sus cinco ocupantes, con un maletero de 530 litros que garantiza una gran capacidad de carga.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Opel Omega 2.5 V6 Aut. de 1996 incorporaba soluciones avanzadas para su tiempo. Su motor V6 de 2.498 cc con inyección indirecta y 4 válvulas por cilindro, ofrecía una potencia de 170 CV y un par motor de 230 Nm, gestionado por una transmisión automática de cuatro velocidades que priorizaba la suavidad en los cambios. La tracción trasera contribuía a una dinámica de conducción equilibrada. En cuanto a la seguridad y el confort, contaba con suspensión McPherson delantera y frenos de disco en ambos ejes. Aunque carecía de las ayudas a la conducción modernas, su equipamiento de serie y opcional lo situaban a la altura de sus competidores premium.

Competencia

En su segmento, el Opel Omega Sedán Elegance 2.5 V6 Aut. competía con berlinas de lujo de marcas como BMW (Serie 5), Mercedes-Benz (Clase E) y Audi (A6). Frente a ellos, el Omega ofrecía una propuesta de valor atractiva, combinando un buen nivel de equipamiento, un motor potente y refinado, y un confort de marcha elevado, a menudo con un precio más competitivo. Su enfoque en la comodidad y la amplitud lo convertía en una alternativa sólida para aquellos que buscaban una berlina de representación sin renunciar a la practicidad.

Conclusión

El Opel Omega Sedán Elegance 2.5 V6 Aut. de 1996 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue evocando una sensación de robustez y confort. Fue una berlina que supo combinar la potencia de su motor V6 con una conducción suave y un interior espacioso, ideal para viajes largos y para quienes valoraban la elegancia discreta. Aunque su consumo de 10.9 l/100km combinado puede parecer elevado hoy en día, era un valor razonable para un coche de su categoría y prestaciones en su época. Un clásico que aún hoy puede ofrecer una experiencia de conducción placentera y distinguida.