Opel Vectra Sedan Elegance 2.2 DTi 16V · 125 CV (2002-2004)

2002
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Opel Vectra - Vista 1
Opel Vectra - Vista 2
Opel Vectra - Vista 3
Opel Vectra - Vista 4

Especificaciones y análisis del Opel Vectra

Potencia

125CV

Par

280Nm

Consumo

6l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.8s

Vel. Máx.

206km/h

Peso

1525kg

Precio

26,580

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

500 L

Depósito

61 L

Potencia

92 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima125 CV / 92 kW
Par máximo280 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito61 L
Maletero500 L

Análisis detallado del Opel Vectra Sedan Elegance 2.2 DTi 16V · 125 CV (2002-2004)

Descripción general

El Opel Vectra Sedan Elegance 2.2 DTi 16V de 2002 se presenta como una berlina de corte clásico, diseñada para aquellos que buscan un equilibrio entre funcionalidad, confort y un toque de distinción. Con su motor diésel de 125 CV, prometía ser un compañero fiable para el día a día y los viajes largos, ofreciendo una alternativa sólida en el segmento de las berlinas medias de la época.

Experiencia de conducción

Al volante, el Vectra 2.2 DTi ofrecía una experiencia de conducción serena y predecible. El motor diésel, aunque no destacaba por su explosividad, entregaba su potencia de forma lineal y suficiente para la mayoría de las situaciones, con un par motor de 280 Nm disponible desde bajas revoluciones que facilitaba los adelantamientos y la recuperación. La suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtraba bien las irregularidades del asfalto, proporcionando un confort de marcha notable. La dirección, de cremallera, ofrecía una respuesta adecuada, sin ser excesivamente deportiva, pero sí precisa para un uso cotidiano. En general, transmitía una sensación de solidez y aplomo en carretera, ideal para largos trayectos.

Diseño y estética

El diseño del Opel Vectra de 2002 se caracterizaba por sus líneas sobrias y elegantes, alejándose de estridencias para ofrecer una estética atemporal. La carrocería de cuatro puertas, con sus 4596 mm de longitud, proyectaba una imagen de coche espacioso y bien proporcionado. Los faros delanteros, de formas suaves, se integraban armoniosamente con la parrilla, mientras que la zaga mantenía una coherencia estilística con el resto del conjunto. En el interior, la disposición de los elementos era funcional y ergonómica, con materiales que, sin ser lujosos, transmitían una sensación de durabilidad y buen ajuste. La versión Elegance añadía detalles que realzaban su atractivo, sin caer en excesos.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Vectra 2.2 DTi incorporaba soluciones propias de su tiempo. El motor diésel de inyección directa con turbo de geometría variable e intercooler era un ejemplo de eficiencia y rendimiento para la época, ofreciendo una buena relación entre potencia y consumo. La transmisión manual de cinco velocidades, aunque no era la más avanzada, cumplía su función con suavidad. En cuanto a seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delante y discos macizos detrás, garantizando una capacidad de frenado adecuada. Si bien no disponía de las ayudas a la conducción que hoy conocemos, su equipamiento básico era competitivo para su segmento y año de fabricación.

Competencia

En el competitivo segmento de las berlinas medias, el Opel Vectra 2.2 DTi se enfrentaba a duros rivales como el Volkswagen Passat, el Ford Mondeo, el Peugeot 406 o el Renault Laguna. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, ya fuera en diseño, equipamiento o dinámica de conducción. El Vectra se posicionaba como una opción equilibrada, destacando por su confort, su motor diésel eficiente y su buena relación calidad-precio, buscando atraer a un público que valoraba la fiabilidad y la practicidad por encima de la deportividad extrema.

Conclusión

El Opel Vectra Sedan Elegance 2.2 DTi 16V de 2002 fue una berlina honesta y competente, que cumplía con creces las expectativas de su público objetivo. Ofrecía un buen nivel de confort, un motor diésel solvente y un diseño discreto pero elegante. Era un coche pensado para el uso diario y los viajes familiares, donde la fiabilidad y la economía de uso eran prioritarias. Aunque no era el más emocionante de su categoría, su equilibrio general lo convertía en una opción muy sensata y recomendable para quienes buscaban una berlina robusta y sin complicaciones.