Opel Vectra Caravan Desing Edition 2.0 DTI 16v · 101 CV (1999-2000)

1995
Gasóleo
FWD
Manual 5v

Especificaciones y análisis del Opel Vectra

Potencia

101CV

Par

230Nm

Consumo

6.2l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

14s

Vel. Máx.

187km/h

Peso

1493kg

Precio

24,491

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

460 L

Depósito

60 L

Potencia

74 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima101 CV / 74 kW
Par máximo230 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito60 L
Maletero460 L

Análisis detallado del Opel Vectra Caravan Desing Edition 2.0 DTI 16v · 101 CV (1999-2000)

Descripción general

El Opel Vectra Caravan Desing Edition 2.0 DTI 16v, lanzado entre 1999 y 2000, se presentaba como una opción familiar robusta y funcional. Con un precio de 24.491 euros en su momento, este vehículo buscaba ofrecer un equilibrio entre espacio, comodidad y un motor diésel eficiente para la época. Era un coche pensado para el día a día, para viajes largos con la familia y para aquellos que valoraban la practicidad por encima de todo.

Experiencia de conducción

Al volante del Vectra Caravan, la sensación predominante era de solidez y estabilidad. Su motor diésel de 101 CV, aunque no ofrecía prestaciones deportivas, entregaba un par motor de 230 Nm a 1950 rpm que permitía una conducción relajada y con suficiente empuje para mover el conjunto. La aceleración de 0 a 100 km/h en 14 segundos y una velocidad máxima de 187 km/h lo situaban en la media de su segmento. La suspensión, tipo McPherson en el eje delantero, contribuía a un buen confort de marcha, absorbiendo las irregularidades del terreno con eficacia. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, ofrecía una respuesta predecible, haciendo que la conducción fuera sencilla y sin sorpresas. El consumo combinado de 6.2 l/100km era un punto a favor para la economía familiar.

Diseño y estética

El diseño del Opel Vectra Caravan Desing Edition era eminentemente práctico y funcional, con líneas que buscaban maximizar el espacio interior y la capacidad de carga. Su carrocería familiar de 5 puertas y 4490 mm de longitud, 1707 mm de ancho y 1445 mm de alto, le otorgaba una presencia discreta pero robusta. Las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 205/55 R16 V le daban un toque de estabilidad visual. El maletero de 460 litros era generoso para la época, ideal para las necesidades de una familia. En general, su estética era sobria y atemporal, sin grandes alardes, pero con una clara orientación hacia la utilidad.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Vectra Caravan 2.0 DTI 16v incorporaba un motor diésel de inyección directa con turbo e intercooler, una configuración avanzada para finales de los años 90 que buscaba optimizar el rendimiento y la eficiencia. Contaba con 4 válvulas por cilindro y un bloque de hierro con culata de aluminio, una combinación que buscaba durabilidad. La transmisión manual de 5 velocidades era la opción estándar, ofreciendo un control directo sobre la entrega de potencia. En cuanto a seguridad, disponía de frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, junto con estabilizadoras en ambos ejes para mejorar el comportamiento dinámico. Aunque no se especifican sistemas de asistencia a la conducción modernos, para su época, ofrecía un equipamiento adecuado para la seguridad y el confort.

Competencia

En su segmento, el Opel Vectra Caravan Desing Edition 2.0 DTI 16v competía con modelos como el Volkswagen Passat Variant, el Ford Mondeo Wagon o el Peugeot 406 Break. Todos ellos ofrecían propuestas similares en cuanto a espacio y funcionalidad, con motores diésel de potencias parecidas. El Vectra se diferenciaba por su equilibrio general y una reputación de fiabilidad que Opel había cultivado a lo largo de los años. Su precio competitivo también lo hacía una opción atractiva frente a sus rivales directos.

Conclusión

El Opel Vectra Caravan Desing Edition 2.0 DTI 16v fue un coche familiar honesto y competente. No buscaba deslumbrar con lujos o prestaciones extremas, sino ofrecer un transporte fiable, espacioso y económico para el día a día. Su motor diésel, su amplio maletero y su confort de marcha lo convertían en una opción muy sensata para familias que necesitaban un vehículo versátil y duradero. Un coche que, sin ser un icono, cumplió con creces su cometido y dejó un buen recuerdo entre sus propietarios.