Opel Zafira OPC 2.0 Turbo · 241 CV (2008)

2005
Gasolina
FWD
Manual 6v
Opel Zafira - Vista 1
Opel Zafira - Vista 2
Opel Zafira - Vista 3
Opel Zafira - Vista 4

Especificaciones y análisis del Opel Zafira

Potencia

241CV

Par

320Nm

Consumo

9.6l/100

Emisiones

230g/km

0-100 km/h

7.8s

Vel. Máx.

231km/h

Peso

1665kg

Precio

31,220

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

7 / 5 puertas

Maletero

645 L

Depósito

58 L

Potencia

177 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima241 CV / 177 kW
Par máximo320 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito58 L
Maletero645 L

Análisis detallado del Opel Zafira OPC 2.0 Turbo · 241 CV (2008)

Descripción general

El Opel Zafira OPC 2.0 Turbo de 2005 es una propuesta audaz que fusiona la versatilidad de un monovolumen familiar con el espíritu indomable de un deportivo. Con 241 CV bajo el capó, este vehículo desafía las convenciones, ofreciendo una experiencia de conducción que pocos esperarían de un coche de siete plazas. Es un coche para quienes se niegan a renunciar a la emoción al volante, incluso cuando la vida exige espacio y practicidad.

Experiencia de conducción

Al volante del Zafira OPC, la sensación es de pura adrenalina. El motor 2.0 Turbo de 241 CV empuja con una fuerza sorprendente, catapultando este monovolumen de 0 a 100 km/h en solo 7.8 segundos. La dirección es precisa y la suspensión, aunque firme, logra un equilibrio notable entre deportividad y confort. Cada curva se convierte en una invitación a explorar los límites, mientras el sonido del motor turboalimentado acompaña la experiencia con una banda sonora emocionante. Es un coche que te hace sentir vivo, desafiando la lógica de su segmento.

Diseño y estética

El diseño del Opel Zafira OPC de 2005 es una declaración de intenciones. Sus líneas deportivas, con paragolpes específicos, faldones laterales y unas impresionantes llantas de 18 pulgadas, lo distinguen claramente de sus hermanos más 'tranquilos'. El frontal agresivo y la doble salida de escape trasera refuerzan su carácter dinámico. En el interior, los asientos deportivos Recaro y los detalles en azul OPC crean una atmósfera que invita a la conducción, sin sacrificar la funcionalidad de un monovolumen de siete plazas. Es un diseño que grita 'prestaciones' sin olvidar su esencia familiar.

Tecnología y características

A pesar de ser un modelo de 2005, el Zafira OPC incorporaba tecnología avanzada para su época. Su motor 2.0 Turbo con inyección indirecta e intercooler era un prodigio de ingeniería, ofreciendo una potencia considerable con una respuesta inmediata. La transmisión manual de 6 velocidades permitía un control total sobre la entrega de potencia. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de gran tamaño en el eje delantero y un chasis optimizado para soportar las exigencias de su rendimiento. Era un coche que combinaba la potencia bruta con una ingeniería pensada para el disfrute y la seguridad.

Competencia

En su momento, el Opel Zafira OPC tenía pocos rivales directos que pudieran igualar su combinación de espacio y prestaciones. Podría compararse con versiones deportivas de otros monovolúmenes, aunque ninguno ofrecía el mismo nivel de potencia y radicalidad. Quizás el Ford S-Max ST o algunos modelos de la gama Volkswagen Touran con motores potentes podrían considerarse alternativas, pero el Zafira OPC se mantenía en una liga propia por su enfoque puramente deportivo dentro del segmento familiar. Era un nicho muy específico, para aquellos que buscaban un 'sleeper' familiar.

Conclusión

El Opel Zafira OPC 2.0 Turbo de 2005 es un coche que desafía las expectativas. Es la prueba de que la pasión por la conducción no tiene por qué estar reñida con las necesidades familiares. Ofrece una experiencia emocionante, un diseño distintivo y una versatilidad innegable, todo ello envuelto en un paquete que sigue siendo sorprendente hoy en día. Es un vehículo para los que buscan algo más que un simple medio de transporte, para los que quieren sentir la carretera y disfrutar de cada viaje, sin importar cuántos pasajeros lleven a bordo. Un verdadero lobo con piel de cordero, o mejor dicho, un cohete con forma de monovolumen.