Peugeot 307 3p XR 2.0 HDi 90 · 90 CV (2001-2004)

2001
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Peugeot 307 - Vista 1
Peugeot 307 - Vista 2
Peugeot 307 - Vista 3
Peugeot 307 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Peugeot 307

Potencia

90CV

Par

205Nm

Consumo

5.2l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

13.6s

Vel. Máx.

179km/h

Peso

1243kg

Precio

15,440

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 3 puertas

Maletero

341 L

Depósito

60 L

Potencia

66 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima90 CV / 66 kW
Par máximo205 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito60 L
Maletero341 L

Análisis detallado del Peugeot 307 3p XR 2.0 HDi 90 · 90 CV (2001-2004)

Descripción general

El Peugeot 307 de 2001, en su versión de 3 puertas XR 2.0 HDi 90, se presentó como una propuesta audaz en el segmento de los compactos. Con un diseño que rompía moldes y una clara apuesta por la habitabilidad, este modelo buscaba conquistar a quienes valoraban el espacio y la comodidad sin renunciar a un estilo distintivo. Su motor diésel, conocido por su eficiencia, prometía un equilibrio entre rendimiento y economía, convirtiéndolo en una opción atractiva para el día a día y los viajes largos.

Experiencia de conducción

Al volante del Peugeot 307, la sensación de amplitud es inmediata. La posición de conducción elevada, casi de monovolumen, ofrece una visibilidad excelente y una gran sensación de control. El motor 2.0 HDi de 90 CV, aunque no es un derroche de potencia, se muestra voluntarioso y elástico, entregando su par motor de 205 Nm a bajas revoluciones, lo que facilita una conducción relajada y eficiente. La dirección, precisa y suave, contribuye a una experiencia de manejo agradable, mientras que la suspensión, orientada al confort, filtra eficazmente las irregularidades del asfalto, haciendo de cada trayecto un placer. En carretera, su aplomo es notable, transmitiendo seguridad y confianza.

Diseño y estética

El diseño del Peugeot 307 fue, sin duda, uno de sus puntos fuertes y más controvertidos. Sus líneas redondeadas y su frontal elevado le otorgaban una presencia imponente y diferente a la de sus competidores. La gran superficie acristalada, especialmente en la versión de 3 puertas, inundaba el habitáculo de luz, creando una atmósfera diáfana y moderna. Los faros grandes y rasgados, junto con la característica parrilla de Peugeot, le conferían una personalidad inconfundible. En el interior, la calidad de los materiales y los ajustes eran correctos para la época, con un salpicadero de diseño limpio y funcional que priorizaba la ergonomía.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Peugeot 307 de 2001 incorporaba soluciones que, si bien hoy pueden parecer básicas, eran avanzadas para su segmento en aquel momento. El motor 2.0 HDi de inyección directa por conducto común y turbo era un referente en eficiencia y suavidad en los diésel. La dirección asistida, la suspensión McPherson delantera y la de rueda tirada con elemento torsional trasera, junto con los frenos de disco ventilados delanteros y de disco traseros, aseguraban un comportamiento dinámico equilibrado y seguro. Aunque carecía de las pantallas táctiles y la conectividad actual, su equipamiento de serie ofrecía lo necesario para una conducción cómoda y segura.

Competencia

El Peugeot 307 se enfrentaba a duros competidores en el segmento de los compactos, como el Volkswagen Golf, el Ford Focus, el Renault Mégane y el Opel Astra. Frente a ellos, el 307 destacaba por su mayor habitabilidad y su diseño más atrevido y espacioso, que lo acercaba a los monovolúmenes compactos. Su motor HDi era un argumento de peso en términos de eficiencia y agrado de uso, aunque algunos rivales ofrecían opciones más potentes o un tacto de conducción más deportivo. Sin embargo, el 307 se posicionaba como una alternativa muy interesante para quienes buscaban un coche familiar, cómodo y con un toque de distinción.

Conclusión

El Peugeot 307 3p XR 2.0 HDi 90 de 2001 fue un coche que marcó una época para la marca francesa. Su diseño innovador, su amplitud interior y la eficiencia de su motor diésel lo convirtieron en una opción muy popular. Ofrecía un equilibrio notable entre confort, practicidad y un consumo contenido, ideal para el día a día y los viajes en familia. Aunque no era el más deportivo de su clase, su comportamiento dinámico era seguro y predecible, y su estética lo hacía destacar en la carretera. Un coche que, sin duda, dejó una huella en el corazón de muchos conductores.