Especificaciones y análisis del Peugeot 406
Potencia
158CV
Par
217Nm
Consumo
8.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10s
Vel. Máx.
218km/h
Peso
1370kg
Precio
21,200€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 4 puertas
430 L
70 L
116 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Peugeot 406 4p SR 2.2 Pack · 158 CV (2004)
Descripción general
El Peugeot 406 de 1999, en su versión berlina 2.2 Gasolina de 158 CV, es un coche que evoca una época donde la elegancia y la comodidad francesa se encontraban en su apogeo. Con un precio de 21.200 €, este modelo se posicionaba como una opción atractiva para quienes buscaban un vehículo con un toque distintivo y un rendimiento equilibrado. Su motor de 2.2 litros y 158 CV, acoplado a una caja manual de 5 velocidades, prometía una experiencia de conducción suave y agradable, ideal tanto para el día a día como para viajes largos. Este 406 no es solo un medio de transporte, es una declaración de estilo y confort que aún hoy conserva su encanto.
Experiencia de conducción
Al volante del Peugeot 406, la sensación predominante es de aplomo y confort. La suspensión McPherson delantera, aunque no se especifica la trasera, contribuye a un rodar suave que filtra eficazmente las irregularidades del asfalto. La dirección de cremallera, sin asistencia variable, ofrece una conexión directa con la carretera, transmitiendo confianza en cada curva. El motor de 158 CV, con un par de 217 Nm a 3900 rpm, responde con solvencia, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 10 segundos y una velocidad máxima de 218 km/h. Si bien no es un deportivo, su rendimiento es más que suficiente para disfrutar de la conducción. El consumo combinado de 8.8 l/100km es razonable para la época y el tipo de motor. En definitiva, el 406 ofrece una experiencia de conducción relajada y segura, con un toque de dinamismo que lo hace gratificante.
Diseño y estética
El diseño del Peugeot 406 es un claro ejemplo de la elegancia atemporal que caracterizó a la marca francesa a finales de los 90. Sus líneas fluidas y armoniosas, con una silueta berlina clásica de cuatro puertas, le otorgan una presencia distinguida en la carretera. Los faros alargados y la parrilla discreta se integran perfectamente en el frontal, mientras que la zaga, con sus pilotos horizontales, refuerza la sensación de anchura y estabilidad. Las dimensiones de 4598 mm de largo, 1765 mm de ancho y 1404 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2700 mm, contribuyen a una estética equilibrada y proporcionada. Es un coche que, a pesar de los años, sigue luciendo con dignidad y buen gusto, sin estridencias ni modas pasajeras.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Peugeot 406 de 1999, aunque no cuenta con las innovaciones actuales, ofrecía lo que se esperaba de un coche de su segmento en su época. Su motor de gasolina de 2.2 litros con inyección indirecta y 4 válvulas por cilindro, fabricado en aluminio tanto en el bloque como en la culata, era una muestra de ingeniería robusta y eficiente. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque no se especifica el tipo de embrague, garantizaba un control preciso sobre la potencia. En cuanto a la seguridad, los frenos de disco ventilados delanteros de 283 mm y los discos traseros de 290 mm, junto con las barras estabilizadoras en ambos ejes, aseguraban una buena capacidad de frenado y estabilidad. Las llantas de 15 pulgadas con neumáticos 205/60 R15 V completaban un conjunto técnico sólido y fiable para su tiempo.
Competencia
En su momento, el Peugeot 406 se enfrentaba a una dura competencia en el segmento de las berlinas medias. Sus principales rivales incluían modelos como el Volkswagen Passat, el Ford Mondeo, el Opel Vectra y el Renault Laguna. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, desde la robustez alemana del Passat hasta la comodidad del Laguna. El 406 se distinguía por su diseño elegante, su confort de marcha y un toque de sofisticación francesa que lo hacía único. Aunque no era el más potente ni el más deportivo, su equilibrio general y su atractivo estético le permitían competir de tú a tú con los pesos pesados del mercado, ofreciendo una alternativa con carácter propio.
Conclusión
El Peugeot 406 berlina 2.2 Gasolina de 1999 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un ejemplo de lo que Peugeot sabía hacer bien: berlinas cómodas, elegantes y con un toque de distinción. Su motor de 158 CV ofrece un rendimiento adecuado para la mayoría de las situaciones, y su chasis proporciona una experiencia de conducción placentera y segura. Es un coche que invita a disfrutar de los viajes, con un interior espacioso y un maletero de 430 litros que lo hace práctico para el día a día. Si buscas un clásico moderno con un encanto especial y una fiabilidad contrastada, el 406 es una opción que merece la pena considerar. Es un coche que te hará sentir bien al volante, un compañero fiel en la carretera.




