Porsche 911 Carrera 4 Cabrio · 300 CV (1999-2001)

1998
Gasolina
AWD
Manual 6v
Porsche 911 - Vista 1
Porsche 911 - Vista 2
Porsche 911 - Vista 3
Porsche 911 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Porsche 911

Potencia

300CV

Par

350Nm

Consumo

12l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

5.4s

Vel. Máx.

280km/h

Peso

1450kg

Precio

97,830

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

AWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

100 L

Depósito

64 L

Potencia

221 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima300 CV / 221 kW
Par máximo350 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito64 L
Maletero100 L

Análisis detallado del Porsche 911 Carrera 4 Cabrio · 300 CV (1999-2001)

Descripción general

El Porsche 911 Carrera 4 Cabrio de 1998 es una joya automovilística que combina la emoción de un deportivo descapotable con la seguridad de la tracción integral. Este modelo, con su motor de 300 CV, representa la esencia de Porsche, ofreciendo una experiencia de conducción pura y apasionante. Es un coche que invita a sentir la carretera y el viento, una máquina diseñada para los amantes de la velocidad y el estilo.

Experiencia de conducción

Conducir el 911 Carrera 4 Cabrio es una experiencia visceral. El motor bóxer de 3.4 litros, con sus 300 CV, ruge con una melodía embriagadora que se amplifica al descapotar. La aceleración de 0 a 100 km/h en 5.4 segundos es contundente, pegándote al asiento, mientras que la velocidad máxima de 280 km/h te permite devorar kilómetros con una facilidad asombrosa. La tracción total proporciona una confianza extra en cada curva, permitiendo explorar los límites con una sensación de control absoluto. La dirección es precisa y comunicativa, transmitiendo cada detalle del asfalto a tus manos. Es un coche que te hace sentir vivo, que te conecta con la carretera de una manera única.

Diseño y estética

El diseño del Porsche 911 Carrera 4 Cabrio de 1998 es atemporal y elegante. Sus líneas fluidas y su silueta inconfundible lo convierten en un icono. La capota de lona se integra perfectamente en el conjunto, y al descapotar, el coche adquiere una presencia aún más impactante. Los faros redondos, las amplias tomas de aire y la característica zaga con los pilotos traseros unidos, todo contribuye a una estética que ha resistido el paso del tiempo con una gracia inigualable. Es un coche que atrae miradas, un objeto de deseo que combina deportividad y sofisticación a la perfección.

Tecnología y características

A pesar de ser un modelo de finales de los 90, el 911 Carrera 4 Cabrio incorporaba tecnología avanzada para su época. Su motor de seis cilindros opuestos, con inyección indirecta y admisión variable, ofrecía un rendimiento excepcional. La tracción integral, una característica distintiva de este modelo, distribuía la potencia de manera inteligente para maximizar la adherencia. La suspensión, con un esquema McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, junto con los frenos de disco ventilados en ambos ejes, garantizaban un comportamiento dinámico y una seguridad activa de primer nivel. La caja de cambios manual de seis velocidades permitía un control total sobre la entrega de potencia, haciendo de cada cambio una experiencia gratificante.

Competencia

En su momento, el Porsche 911 Carrera 4 Cabrio se enfrentaba a rivales de la talla del Ferrari 360 Spider, el Aston Martin DB7 Volante o el Mercedes-Benz SL. Cada uno ofrecía su propia interpretación del lujo y la deportividad descapotable, pero el Porsche se distinguía por su equilibrio entre rendimiento, usabilidad diaria y la inconfundible experiencia de conducción 911. Su tracción integral le otorgaba una ventaja en versatilidad y seguridad frente a algunos de sus competidores de propulsión trasera.

Conclusión

El Porsche 911 Carrera 4 Cabrio de 1998 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es la combinación perfecta de rendimiento, diseño atemporal y la emoción de conducir a cielo abierto. Un clásico moderno que sigue cautivando a quienes buscan una experiencia de conducción auténtica y apasionada. Su fiabilidad mecánica, unida a su atractivo estético y dinámico, lo convierten en una inversión emocional y un placer para los sentidos. Es un coche que te invita a vivir la carretera, a sentir cada curva y a disfrutar de cada kilómetro con una sonrisa.