Especificaciones y análisis del Porsche 911
Potencia
345CV
Par
390Nm
Consumo
9.9l/100
Emisiones
233g/km
0-100 km/h
4.9s
Vel. Máx.
287km/h
Peso
1605kg
Precio
110,382€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 7v
RWD
4 / 2 puertas
135 L
64 L
254 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Porsche 911 Carrera Cabriolet PDK · 345 CV (2008-2010)
Descripción general
El Porsche 911 Carrera Cabriolet PDK de 2008 es una joya automovilística que combina la emoción de un deportivo descapotable con la sofisticación de la ingeniería alemana. Con su motor de gasolina de 345 CV y la transmisión automática de doble embrague PDK, este modelo promete una experiencia de conducción inolvidable, tanto en la carretera como en la pista. Su diseño atemporal y su rendimiento excepcional lo convierten en un objeto de deseo para los amantes de los coches deportivos.
Experiencia de conducción
Conducir el 911 Carrera Cabriolet PDK es una experiencia que despierta todos los sentidos. La aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4.9 segundos y una velocidad máxima de 287 km/h te pegarán al asiento, mientras que el sonido embriagador de su motor bóxer de seis cilindros te envolverá. La dirección precisa y la suspensión bien ajustada ofrecen un control excepcional, permitiéndote sentir cada curva y cada cambio de superficie. La posibilidad de descapotar el techo añade una dimensión extra de libertad, conectándote directamente con el entorno y amplificando la sensación de velocidad y aventura. Es un coche que te hace sentir vivo, que te invita a explorar los límites y a disfrutar de cada kilómetro.
Diseño y estética
El diseño del Porsche 911 Carrera Cabriolet PDK es una obra de arte atemporal. Sus líneas fluidas y elegantes, la silueta inconfundible del 911 y la capota de lona que se pliega con gracia, todo contribuye a una estética que es a la vez deportiva y sofisticada. Los faros distintivos, las tomas de aire estratégicamente ubicadas y las llantas de 18 pulgadas con neumáticos anchos (235/40 R18 delante y 265/40 R18 detrás) no solo realzan su atractivo visual, sino que también cumplen una función aerodinámica. Es un coche que llama la atención, que evoca admiración y que se mantiene relevante a pesar del paso del tiempo.
Tecnología y características
Bajo su elegante carrocería, el 911 Carrera Cabriolet PDK esconde una impresionante cantidad de tecnología. Su motor de gasolina de 3.6 litros y 345 CV con inyección directa es un prodigio de la ingeniería, ofreciendo una combinación perfecta de potencia y eficiencia. La transmisión PDK de siete velocidades con doble embrague es una de las mejores del mercado, proporcionando cambios de marcha ultrarrápidos y suaves, tanto en modo automático como manual. La suspensión tipo McPherson en la parte delantera y el paralelogramo deformable en la trasera, junto con los frenos de disco ventilados de 330 mm, garantizan un manejo excepcional y una seguridad óptima. Aunque no cuenta con las últimas innovaciones de conectividad de los modelos actuales, su tecnología mecánica es de vanguardia para su época.
Competencia
En el segmento de los deportivos descapotables de lujo, el Porsche 911 Carrera Cabriolet PDK de 2008 se enfrentaba a rivales de la talla del Audi R8 Spyder, el BMW M3 Cabrio y el Mercedes-Benz SL. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, pero el 911 destacaba por su equilibrio inigualable entre rendimiento, manejo y la icónica herencia de Porsche. Su motor trasero, su diseño atemporal y la precisión de su ingeniería lo diferenciaban de la competencia, ofreciendo una experiencia de conducción más pura y emocionante.
Conclusión
El Porsche 911 Carrera Cabriolet PDK de 2008 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es la combinación perfecta de lujo, rendimiento y emoción, envuelto en un diseño que ha resistido la prueba del tiempo. Su motor potente, su transmisión impecable y su capacidad para transformar un viaje ordinario en una aventura extraordinaria lo convierten en un clásico instantáneo. Es un coche para aquellos que aprecian la ingeniería de precisión, la velocidad y la libertad de sentir el viento en el cabello. Una inversión en pura pasión automotriz.




