Especificaciones y análisis del Porsche 911
Potencia
320CV
Par
370Nm
Consumo
11.1l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
5s
Vel. Máx.
285km/h
Peso
1420kg
Precio
82,952€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
4 / 2 puertas
130 L
64 L
235 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Porsche 911 Carrera Coupé · 320 CV (2001-2004)
Descripción general
El Porsche 911 Carrera Coupé de 2002 es una joya atemporal, un deportivo que encarna la esencia de la marca de Stuttgart. Con su motor trasero longitudinal de 3.596 cc y 320 CV, este coupé de dos puertas y cuatro plazas promete una experiencia de conducción pura y emocionante. Su precio de 82.952 € en su momento lo posicionaba como un objeto de deseo para los amantes de la velocidad y la precisión.
Experiencia de conducción
Al volante del 911 Carrera Coupé, la conexión con la carretera es inmediata y visceral. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, transmite cada matiz del asfalto. La aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5 segundos y una velocidad máxima de 285 km/h son cifras que hablan por sí solas. El motor bóxer de seis cilindros, con su inyección indirecta y admisión variable, ruge con una melodía embriagadora que invita a exprimir cada marcha de su cambio manual de seis velocidades. La suspensión tipo McPherson delantera y el paralelogramo deformable trasero, junto con las barras estabilizadoras, garantizan un agarre excepcional y una agilidad sorprendente para un coche de su peso (1.420 kg). Los frenos de disco ventilados, de 318 mm delante y 299 mm detrás, ofrecen una capacidad de detención formidable, infundiendo confianza en cada curva. Es un coche que te hace sentir vivo, que te reta y te recompensa con cada kilómetro.
Diseño y estética
El diseño del Porsche 911 Carrera Coupé de 2002 es inconfundiblemente 911, una silueta que ha evolucionado con el tiempo pero que mantiene su esencia. Sus líneas fluidas y aerodinámicas, con una longitud de 4.430 mm y una anchura de 1.770 mm, le otorgan una presencia imponente pero elegante. Los faros ovalados, aunque en su momento generaron cierta controversia, se han convertido en un rasgo distintivo de esta generación. Las llantas de 17 pulgadas, con neumáticos 205/50 R17 Z delante y 255/40 R17 Z detrás, no solo contribuyen a su estética deportiva, sino que también son clave para su rendimiento. El interior, aunque enfocado en la funcionalidad, ofrece un ambiente de lujo discreto, con materiales de calidad y una ergonomía pensada para el conductor. El maletero de 130 litros, aunque no es su punto fuerte, es suficiente para escapadas de fin de semana.
Tecnología y características
A pesar de ser un modelo de 2002, el 911 Carrera Coupé incorporaba tecnología avanzada para su época. El motor de seis cilindros opuestos, con su bloque y culata de aluminio, era un prodigio de la ingeniería, ofreciendo una relación de compresión de 11.3 y una potencia específica de 89 CV/litro. La inyección indirecta y el sistema de admisión variable optimizaban la entrega de potencia y el consumo. Aunque carecía de sistemas de asistencia a la conducción modernos, su chasis y dirección estaban afinados para ofrecer el máximo control al conductor. La transmisión manual de seis velocidades, precisa y robusta, permitía al conductor explotar al máximo el potencial del motor. En cuanto a la seguridad, contaba con los elementos pasivos esenciales y un sistema de frenos de alto rendimiento.
Competencia
En su segmento, el Porsche 911 Carrera Coupé de 2002 se enfrentaba a rivales de la talla del Ferrari 360 Modena, el Aston Martin DB7 Vantage o el Maserati Coupé. Cada uno con su propia personalidad, pero todos compartiendo el objetivo de ofrecer prestaciones de infarto y un lujo exclusivo. El 911, sin embargo, se distinguía por su enfoque en la pureza de la conducción, su fiabilidad y su icónica silueta, que lo convertían en un referente ineludible para los entusiastas de los deportivos.
Conclusión
El Porsche 911 Carrera Coupé de 2002 es más que un coche; es una leyenda sobre ruedas. Su combinación de rendimiento, diseño atemporal y una experiencia de conducción inigualable lo convierten en un clásico moderno. Es un coche para aquellos que aprecian la ingeniería de precisión, la emoción al volante y la historia de una marca que ha sabido mantenerse fiel a sus principios. Un verdadero icono que sigue cautivando a quienes tienen el privilegio de conducirlo.




