Porsche Boxster S · 252 CV (1996-2002)

1997
Gasolina
RWD
Manual 6v

Especificaciones y análisis del Porsche Boxster

Potencia

252CV

Par

305Nm

Consumo

10.7l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

5.9s

Vel. Máx.

260km/h

Peso

1370kg

Precio

55,874

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

260 L

Depósito

64 L

Potencia

185 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima252 CV / 185 kW
Par máximo305 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito64 L
Maletero260 L

Análisis detallado del Porsche Boxster S · 252 CV (1996-2002)

Descripción general

El Porsche Boxster S de 1997 es una joya automovilística que marcó un antes y un después en la historia de los roadsters. Con su motor central y su diseño atemporal, este modelo no solo revivió la esencia de Porsche, sino que también democratizó el acceso a la experiencia de conducir un deportivo puro. Su llegada al mercado fue un soplo de aire fresco, ofreciendo un equilibrio perfecto entre rendimiento, estilo y un precio más accesible que sus hermanos mayores.

Experiencia de conducción

Conducir el Boxster S es una experiencia visceral. El motor de seis cilindros y 3.179 cc, con sus 252 CV, ruge con una melodía embriagadora que invita a exprimir cada marcha. La aceleración de 0 a 100 km/h en 5.9 segundos y una velocidad máxima de 260 km/h son cifras que, incluso hoy, impresionan. La dirección es precisa y comunicativa, transmitiendo cada matiz del asfalto. La suspensión tipo McPherson en ambos ejes, junto con los frenos de disco ventilados, garantizan un agarre excepcional y una capacidad de frenado contundente. Es un coche que se siente pegado a la carretera, ofreciendo una confianza inquebrantable en cada curva. La caja de cambios manual de 6 velocidades es un deleite, con recorridos cortos y precisos que hacen que cada cambio sea un placer. Es un coche para disfrutar, para sentir la carretera y para vivir la pasión de la conducción deportiva.

Diseño y estética

El diseño del Boxster S es una obra de arte. Sus líneas fluidas y elegantes, con una silueta baja y ancha, evocan la deportividad clásica de Porsche. La capota de lona, que se pliega con facilidad, transforma el coche en un descapotable puro, permitiendo disfrutar del viento y el sol. Los faros delanteros, con su forma distintiva, se han convertido en un icono. Las tomas de aire laterales no solo cumplen una función estética, sino que también son esenciales para la refrigeración del motor central. Las llantas de 17 pulgadas, con neumáticos de diferente medida en cada eje (205/50 R17 Z delante y 255/40 R17 Z detrás), no solo mejoran el agarre, sino que también realzan su postura deportiva. Es un diseño que ha envejecido con una gracia excepcional, manteniendo su atractivo y su estatus de clásico moderno.

Tecnología y características

Aunque el Boxster S de 1997 no cuenta con la tecnología de infoentretenimiento de los coches actuales, su ingeniería mecánica es de vanguardia para su época. El motor de gasolina de seis cilindros con inyección indirecta y admisión variable es un prodigio de la ingeniería, ofreciendo una entrega de potencia suave y progresiva. La disposición del motor central longitudinal contribuye a un equilibrio de pesos casi perfecto, lo que se traduce en un comportamiento dinámico excepcional. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, ofrece una conexión directa con la carretera. Los frenos de disco ventilados en ambos ejes, con un diámetro considerable, garantizan una capacidad de detención impresionante. Es un coche donde la tecnología se centra en la experiencia de conducción pura, sin distracciones innecesarias.

Competencia

En su época, el Porsche Boxster S se enfrentaba a rivales de la talla del BMW Z3 M Roadster, el Mercedes-Benz SLK 32 AMG y el Audi TT Roadster. Cada uno ofrecía su propia interpretación del roadster deportivo, pero el Boxster S se destacaba por su equilibrio dinámico, su motor central y su inconfundible pedigrí Porsche. Su precio de 55.874 € lo posicionaba como una opción atractiva dentro del segmento de los deportivos premium, ofreciendo una experiencia de conducción que pocos podían igualar.

Conclusión

El Porsche Boxster S de 1997 es mucho más que un coche; es una declaración de intenciones. Es un deportivo que te invita a conducir, a sentir, a vivir cada kilómetro. Su combinación de diseño atemporal, rendimiento emocionante y una ingeniería mecánica excepcional lo convierten en un clásico instantáneo. Es un coche que te roba el corazón desde el primer momento, y que sigue siendo tan relevante y deseable hoy como lo fue en su lanzamiento. Una verdadera joya para los amantes de la conducción pura.