Porsche Boxster Spyder · 320 CV (2010)

2010
Gasolina
RWD
Manual 6v
Porsche Boxster - Vista 1
Porsche Boxster - Vista 2
Porsche Boxster - Vista 3
Porsche Boxster - Vista 4

Especificaciones y análisis del Porsche Boxster

Potencia

320CV

Par

370Nm

Consumo

9.7l/100

Emisiones

228g/km

0-100 km/h

5.1s

Vel. Máx.

267km/h

Peso

1350kg

Precio

70,831

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

280 L

Depósito

54 L

Potencia

235 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima320 CV / 235 kW
Par máximo370 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito54 L
Maletero280 L

Análisis detallado del Porsche Boxster Spyder · 320 CV (2010)

Descripción general

El Porsche Boxster Spyder de 2010 es una joya automovilística que encarna la esencia pura de la conducción deportiva. Con su diseño ligero y su potente motor central, este modelo no es solo un coche, sino una declaración de intenciones para los amantes de la velocidad y la adrenalina. Es una máquina diseñada para emocionar, para sentir cada curva y cada aceleración con una intensidad inigualable.

Experiencia de conducción

Conducir el Boxster Spyder es una experiencia visceral. Su motor de 3.4 litros y 320 CV, situado en posición central trasera, ofrece una respuesta instantánea y un sonido embriagador que te envuelve. La aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5.1 segundos y una velocidad máxima de 267 km/h te pegan al asiento, mientras que su ligereza y su suspensión McPherson en ambos ejes garantizan una agilidad y un agarre excepcionales. Cada cambio de marcha manual es un acto de conexión con la máquina, y la dirección precisa te permite sentir la carretera como nunca antes. Es un coche que te invita a exprimirlo, a disfrutar de cada kilómetro con una sonrisa en la cara.

Diseño y estética

El diseño del Boxster Spyder es una obra de arte minimalista y funcional. Con sus 4342 mm de largo, 1801 mm de ancho y apenas 1231 mm de alto, su silueta es baja y agresiva. La capota de lona ligera y el doble joroba trasero, que recuerda a los clásicos deportivos de Porsche, no solo son estéticos, sino que contribuyen a su ligereza y aerodinámica. Las llantas de 19 pulgadas, con neumáticos 235/35 R19 delante y 265/35 R19 detrás, le dan una postura imponente y prometen un agarre formidable. Es un coche que atrae miradas, un clásico instantáneo que combina elegancia y deportividad a la perfección.

Tecnología y características

Aunque el Boxster Spyder se enfoca en la pureza de la conducción, no escatima en tecnología esencial para su rendimiento. Su motor de inyección directa con admisión variable y una relación de compresión de 12.5:1 optimiza la entrega de potencia y la eficiencia. Los frenos de disco ventilados de 318 mm delante y 299 mm detrás aseguran una capacidad de frenado excepcional, mientras que la suspensión McPherson con barras estabilizadoras en ambos ejes garantiza un comportamiento dinámico impecable. La transmisión manual de 6 velocidades te permite un control total sobre la potencia, haciendo de cada viaje una experiencia de conducción auténtica y sin filtros.

Competencia

En su segmento, el Porsche Boxster Spyder se enfrentaba a rivales de la talla del Lotus Elise, el Audi TT RS Roadster o el BMW Z4 M Roadster. Sin embargo, el Spyder se distingue por su enfoque radical en la ligereza y la pureza de la conducción, ofreciendo una experiencia más visceral y conectada que muchos de sus competidores. Su exclusividad y su herencia Porsche lo posicionan como una opción única para aquellos que buscan un deportivo sin concesiones.

Conclusión

El Porsche Boxster Spyder de 2010 es más que un coche; es una leyenda. Es la encarnación de la pasión por la conducción, un vehículo que te conecta directamente con la carretera y te regala sensaciones inolvidables. Su diseño atemporal, su rendimiento emocionante y su enfoque en la ligereza lo convierten en un clásico moderno y una pieza codiciada por los entusiastas. Es un coche para disfrutar, para sentir, para vivir la carretera con una intensidad que pocos vehículos pueden ofrecer.