Especificaciones y análisis del Porsche Cayman
Potencia
330CV
Par
370Nm
Consumo
9.7l/100
Emisiones
228g/km
0-100 km/h
5s
Vel. Máx.
282km/h
Peso
1370kg
Precio
79,082€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
2 / 3 puertas
260 L
54 L
243 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Porsche Cayman R · 330 CV (2011-2012)
Descripción general
El Porsche Cayman R, una joya de 2009, no es solo un coche, es una declaración de intenciones. Con su motor central trasero longitudinal de 3.4 litros y 330 CV, este deportivo de tracción trasera y cambio manual de 6 velocidades promete una experiencia de conducción pura y sin filtros. Su diseño, enfocado en la ligereza y la aerodinámica, lo convierte en un verdadero purasangre de la carretera, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 282 km/h. Es un coche para los que buscan la esencia de la conducción deportiva, sin concesiones.
Experiencia de conducción
Conducir el Cayman R es una experiencia visceral. El motor de seis cilindros en aluminio, con inyección directa y admisión variable, ruge con una melodía embriagadora que te envuelve. La dirección de cremallera, precisa y comunicativa, te permite sentir cada imperfección del asfalto, mientras que la suspensión McPherson, tanto delantera como trasera, te mantiene pegado a la carretera. Los frenos de disco ventilados, de 318 mm delante y 299 mm detrás, ofrecen una capacidad de detención impresionante, infundiendo confianza en cada curva. Es un coche que te exige, pero que te recompensa con una conexión inigualable con la carretera. Cada cambio de marcha manual es un acto de pura implicación, cada aceleración una descarga de adrenalina. Es un coche que te hace sentir vivo.
Diseño y estética
El diseño del Cayman R es una obra de arte funcional. Sus 4347 mm de largo, 1801 mm de ancho y 1286 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2415 mm, le otorgan una silueta compacta y agresiva. Las llantas de 19 pulgadas, con neumáticos 235/35 R19 Z delante y 265/35 R19 Z detrás, no solo son estéticamente impactantes, sino que también contribuyen a su excepcional agarre. Cada línea, cada curva, está pensada para optimizar la aerodinámica y reducir el peso, resultando en un coche que no solo se ve rápido, sino que lo es. El interior, aunque espartano en su enfoque deportivo, está diseñado para el conductor, con asientos que te abrazan y te mantienen en tu sitio durante la conducción más exigente.
Tecnología y características
Aunque el Cayman R se enfoca en la pureza de la conducción, incorpora tecnología avanzada para su época. Su motor de aluminio, con una relación de compresión de 12.5, es un ejemplo de ingeniería de precisión. La inyección directa y la admisión variable optimizan la entrega de potencia y la eficiencia. La transmisión manual de 6 velocidades, aunque tradicional, está diseñada para una respuesta rápida y precisa. Los sistemas de suspensión y frenado, aunque mecánicos en su esencia, están calibrados para ofrecer el máximo rendimiento. Es una tecnología que sirve a la experiencia de conducción, no que la domina.
Competencia
En su segmento, el Porsche Cayman R se enfrentaba a rivales de la talla del Lotus Evora, el BMW Z4 M Coupé o incluso versiones más potentes del Audi TT RS. Sin embargo, el Cayman R se distinguía por su equilibrio excepcional, su motor central y su enfoque purista en la conducción. Mientras que otros ofrecían más potencia bruta o un lujo más evidente, el Cayman R apostaba por la ligereza, la agilidad y una conexión inigualable entre el conductor y la máquina. Era el coche para aquellos que valoraban la experiencia de conducción por encima de todo.
Conclusión
El Porsche Cayman R es más que un coche deportivo; es una leyenda. Es un testimonio de la ingeniería de Porsche y su compromiso con la excelencia en la conducción. Su combinación de potencia, ligereza, agilidad y un diseño atemporal lo convierten en un clásico instantáneo. Para el entusiasta, es una máquina que ofrece una recompensa inmensa en cada viaje, una experiencia que trasciende el mero acto de conducir. Es un coche que te hace sentir parte de algo especial, una pieza de la historia automotriz que sigue emocionando hoy como lo hizo en 2009.




