Porsche Cayman · 265 CV (2010-2012)

2009
Gasolina
RWD
Manual 6v
Porsche Cayman - Vista 1
Porsche Cayman - Vista 2
Porsche Cayman - Vista 3
Porsche Cayman - Vista 4

Especificaciones y análisis del Porsche Cayman

Potencia

265CV

Par

300Nm

Consumo

9.4l/100

Emisiones

221g/km

0-100 km/h

5.8s

Vel. Máx.

265km/h

Peso

1405kg

Precio

57,643

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 3 puertas

Maletero

260 L

Depósito

65 L

Potencia

195 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima265 CV / 195 kW
Par máximo300 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito65 L
Maletero260 L

Análisis detallado del Porsche Cayman · 265 CV (2010-2012)

Descripción general

El Porsche Cayman de 2009 es una joya de la ingeniería alemana, un deportivo puro que encarna la pasión por la conducción. Con su motor central y su diseño atemporal, este modelo se posiciona como una opción irresistible para aquellos que buscan emociones al volante sin compromisos. Su precio de 57.643 € en 2011 lo situaba en un segmento premium, pero su rendimiento y exclusividad justificaban cada euro.

Experiencia de conducción

Conducir el Cayman es una experiencia visceral. El motor bóxer de 2.893 cc y 265 CV, situado en posición central trasera, ofrece una respuesta inmediata y un sonido embriagador que te envuelve. La aceleración de 0 a 100 km/h en 5.8 segundos te pega al asiento, mientras que su velocidad máxima de 265 km/h te invita a devorar el asfalto. La caja de cambios manual de 6 velocidades es una delicia, con recorridos cortos y precisos que te hacen sentir parte de la máquina. La dirección es comunicativa y la suspensión, tipo McPherson en ambos ejes, ofrece un equilibrio perfecto entre confort y deportividad, permitiendo un paso por curva rapidísimo y seguro. Cada viaje se convierte en una aventura, una sinfonía de sensaciones que solo un Porsche puede ofrecer.

Diseño y estética

El diseño del Porsche Cayman de 2009 es una obra de arte. Sus líneas fluidas y aerodinámicas, con una silueta baja y ancha, transmiten dinamismo y elegancia. Los faros delanteros, con su característica forma ovalada, y las tomas de aire laterales, no solo son estéticos, sino también funcionales, optimizando la refrigeración del motor. La parte trasera, con sus pilotos integrados y el alerón retráctil, completa una imagen deportiva y sofisticada. En el interior, la calidad de los materiales y el cuidado por los detalles son evidentes, con un habitáculo centrado en el conductor que invita a la acción. Es un coche que, incluso parado, irradia velocidad y pasión.

Tecnología y características

A pesar de ser un modelo de 2009, el Cayman incorporaba tecnología de vanguardia para su época. Su motor de gasolina de 6 cilindros con inyección indirecta y admisión variable optimizaba la entrega de potencia y el consumo. Los frenos de disco ventilados de 318 mm delante y 299 mm detrás garantizaban una frenada potente y segura. La dirección de cremallera ofrecía una precisión excepcional, y la suspensión con barras estabilizadoras en ambos ejes contribuía a su excelente comportamiento dinámico. Aunque no contaba con las pantallas táctiles y los asistentes de conducción de los modelos actuales, su tecnología se centraba en lo esencial: la pura experiencia de conducción.

Competencia

En su segmento, el Porsche Cayman de 2009 se enfrentaba a rivales de la talla del Audi TT RS, el BMW Z4 M Coupé o el Lotus Evora. Cada uno con sus propias virtudes, pero el Cayman destacaba por su equilibrio, su motor central y su inconfundible tacto Porsche. Ofrecía una combinación de deportividad, lujo y usabilidad diaria que pocos podían igualar, convirtiéndolo en una opción muy atractiva para los entusiastas de la conducción.

Conclusión

El Porsche Cayman de 2009 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es la materialización de la pasión por la conducción, un deportivo que te hace sentir vivo en cada curva, en cada aceleración. Su diseño atemporal, sus sensaciones puras y su tecnología enfocada en el conductor lo convierten en un clásico moderno. Es un coche para disfrutar, para saborear cada kilómetro y para recordar que la verdadera emoción reside en la conexión entre el hombre y la máquina. Una elección excepcional para quienes buscan un deportivo auténtico y emocionante.