Porsche Cayman S · 320 CV (2010-2012)

2009
Gasolina
RWD
Manual 6v
Porsche Cayman - Vista 1
Porsche Cayman - Vista 2
Porsche Cayman - Vista 3
Porsche Cayman - Vista 4

Especificaciones y análisis del Porsche Cayman

Potencia

320CV

Par

370Nm

Consumo

9.8l/100

Emisiones

230g/km

0-100 km/h

5.2s

Vel. Máx.

277km/h

Peso

1425kg

Precio

70,985

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 3 puertas

Maletero

260 L

Depósito

65 L

Potencia

235 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima320 CV / 235 kW
Par máximo370 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito65 L
Maletero260 L

Análisis detallado del Porsche Cayman S · 320 CV (2010-2012)

Descripción general

El Porsche Cayman S de 2009 es una máquina que encarna la esencia de la deportividad pura. Con su motor central trasero y una potencia de 320 CV, este coupé de dos plazas no es solo un coche, es una declaración de intenciones. Su diseño atemporal y su ingeniería precisa lo convierten en un objeto de deseo para los amantes de la conducción.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Cayman S es una experiencia visceral. El motor de 3.4 litros y seis cilindros bóxer ruge con una melodía embriagadora que invita a exprimir cada una de sus 7200 rpm. La aceleración de 0 a 100 km/h en 5.2 segundos te pega al asiento, mientras que la dirección precisa y la suspensión McPherson en ambos ejes te permiten sentir cada curva con una conexión inigualable. Es un coche que te hace sentir parte de la carretera, una extensión de tus propias intenciones. La caja de cambios manual de 6 velocidades es una delicia, con recorridos cortos y precisos que invitan a cambiar de marcha constantemente, maximizando el disfrute de la conducción deportiva. Cada viaje se convierte en una aventura, una danza entre el hombre y la máquina.

Diseño y estética

El diseño del Porsche Cayman S es una obra de arte funcional. Sus líneas fluidas y aerodinámicas no solo son estéticamente agradables, sino que también contribuyen a su excepcional rendimiento. La silueta coupé, baja y ancha, transmite una sensación de velocidad y agilidad incluso cuando está parado. Los faros distintivos y las tomas de aire laterales no solo son elementos de diseño, sino que cumplen una función vital en la refrigeración del motor y la aerodinámica. Es un diseño que ha resistido el paso del tiempo, manteniendo su atractivo y su estatus de icono automovilístico. Cada detalle, desde las llantas de 18 pulgadas hasta la sutil curva del techo, está pensado para evocar emoción y admiración.

Tecnología y características

Aunque el Cayman S de 2009 no cuenta con las pantallas táctiles y la conectividad de los modelos actuales, su tecnología se centra en lo esencial: la mecánica y la dinámica de conducción. El motor de inyección directa con admisión variable es una maravilla de la ingeniería, ofreciendo una combinación óptima de potencia y eficiencia para su época. Los frenos de disco ventilados de 318 mm delante y 299 mm detrás garantizan una capacidad de frenado excepcional, crucial para un coche de sus prestaciones. La suspensión McPherson, aunque clásica, está afinada a la perfección para ofrecer un equilibrio ideal entre confort y deportividad. Es una tecnología que prioriza la experiencia de conducción pura sobre los gadgets, un enfoque que muchos puristas aprecian.

Competencia

En su segmento, el Porsche Cayman S se enfrentaba a rivales de la talla del BMW Z4 M Coupé, el Audi TT RS y el Lotus Evora. Cada uno ofrecía su propia interpretación de la deportividad, pero el Cayman S destacaba por su equilibrio, su motor central y la inigualable sensación de conexión con la carretera que solo un Porsche puede ofrecer. Era el punto de referencia para la deportividad compacta, un coche que combinaba la agilidad de un deportivo ligero con la potencia y el refinamiento de un gran turismo.

Conclusión

El Porsche Cayman S de 2009 es más que un coche; es una leyenda en sí mismo. Representa la cúspide de la ingeniería deportiva de su época, ofreciendo una experiencia de conducción pura y sin adulterar. Su combinación de potencia, agilidad, diseño atemporal y la inconfundible calidad Porsche lo convierten en un clásico instantáneo y en un coche que sigue emocionando a quienes tienen el privilegio de conducirlo. Es un testimonio de que la verdadera deportividad reside en la conexión entre el conductor y la máquina, y el Cayman S lo logra con maestría.