Especificaciones y análisis del Renault Clio
Potencia
58CV
Par
93Nm
Consumo
6.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
15s
Vel. Máx.
160km/h
Peso
880kg
Precio
9,200€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 3 puertas
255 L
50 L
43 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Renault Clio 3p 1.2 RT · 58 CV (2000-2001)
Descripción general
El Renault Clio 3p 1.1 Gasolina de 1998, en su versión RT, es un vehículo que marcó una época. Con un precio de 9.200 euros en su lanzamiento, este compacto de tres puertas ofrecía una propuesta sencilla pero efectiva para la movilidad urbana y extraurbana. Su motor de 1.1 litros y 58 CV, combinado con una caja de cambios manual de 5 velocidades, prometía una experiencia de conducción ágil y económica, ideal para el día a día.
Experiencia de conducción
Al volante del Clio 3p 1.1 RT, las sensaciones son las de un coche honesto y sin pretensiones. La dirección, aunque carente de la asistencia moderna, transmite una conexión directa con la carretera. El motor, con sus 58 CV, se muestra voluntarioso en ciudad, permitiendo arranques ágiles y una buena respuesta en el tráfico. En carretera, su velocidad máxima de 160 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 15 segundos revelan un carácter más relajado, invitando a una conducción tranquila y eficiente. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, ofrece un equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del asfalto sin sacrificar la sensación de control. Los frenos de disco delanteros y tambor traseros cumplen su función con solvencia para la época.
Diseño y estética
El diseño del Renault Clio de 1998 es un reflejo de la estética automotriz de finales de los 90. Sus líneas son suaves y redondeadas, con una silueta compacta y funcional. La carrocería de 3 puertas le confiere un aspecto juvenil y dinámico. Con una longitud de 3773 mm, una anchura de 1639 mm y una altura de 1417 mm, el Clio se presenta como un coche manejable y fácil de aparcar. El interior, aunque sobrio, está diseñado para ser práctico, con un maletero de 255 litros que, si bien no es enorme, es suficiente para las necesidades cotidianas. Los neumáticos 165/65 R14, montados sobre llantas de 5.5 x 14, complementan su estética sencilla y funcional.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Clio 3p 1.1 RT de 1998 se sitúa en su contexto temporal. Su motor de gasolina de 1149 cc, con 4 cilindros y 2 válvulas por cilindro, utiliza inyección indirecta, una tecnología probada y fiable. La transmisión manual de 5 velocidades es un estándar en la época, ofreciendo un control directo sobre la potencia del motor. Aunque carece de las sofisticadas ayudas a la conducción actuales, su simplicidad mecánica es una ventaja en términos de mantenimiento y durabilidad. La dirección, sin asistencia variable, y los frenos, con una combinación de disco y tambor, representan la tecnología predominante en su segmento en aquel entonces. Su consumo combinado de 6.2 l/100km y la etiqueta medioambiental B lo posicionan como un vehículo eficiente para su tiempo.
Competencia
En su momento, el Renault Clio 3p 1.1 RT se enfrentaba a una dura competencia en el segmento de los utilitarios. Rivales como el Peugeot 206, el Opel Corsa, el Volkswagen Polo o el Ford Fiesta ofrecían alternativas con características y precios similares. Cada uno de ellos buscaba conquistar al público con sus propias virtudes, ya fuera por diseño, equipamiento o prestaciones. El Clio, con su equilibrio entre confort, economía y un toque de estilo francés, se labró un lugar destacado en el mercado, siendo una opción popular para aquellos que buscaban un coche práctico y fiable para el día a día.
Conclusión
El Renault Clio 3p 1.1 RT de 1998 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue evocando una sensación de nostalgia y aprecio por la simplicidad bien ejecutada. Su diseño atemporal, su motor fiable y su comportamiento predecible lo convirtieron en un compañero fiel para muchos conductores. Es un testimonio de una época en la que los coches se diseñaban con un enfoque más directo en la funcionalidad y la economía, sin sacrificar por completo el placer de conducir. Un clásico moderno que aún hoy puede ofrecer una experiencia de conducción auténtica y sin artificios.




