Especificaciones y análisis del Renault Clio
Potencia
98CV
Par
127Nm
Consumo
6.5l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.2s
Vel. Máx.
185km/h
Peso
980kg
Precio
10,840€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 3 puertas
255 L
50 L
72 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Renault Clio 3p 1.4 16v Tech Run · 98 CV (2000-2001)
Descripción general
El Renault Clio 3p 1.4 16v Tech Run de 1998 es un coche que, a pesar de sus años, sigue evocando una sensación de nostalgia y practicidad. Con su motor de 98 CV y un diseño compacto, este Clio se presentaba como una opción atractiva para quienes buscaban un vehículo ágil y eficiente para el día a día. Su precio de 10.840 € en su momento lo posicionaba como una alternativa competitiva en el segmento de los utilitarios.
Experiencia de conducción
Al volante del Clio 3p 1.4 16v Tech Run, la agilidad es la protagonista. Sus 98 CV, combinados con un peso de apenas 980 kg, le otorgan una respuesta vivaz, especialmente en entornos urbanos. La aceleración de 0 a 100 km/h en 10.2 segundos y una velocidad máxima de 185 km/h demuestran que no era un coche lento para su época. La dirección, aunque carente de la precisión de modelos más modernos, ofrecía una conexión suficiente con la carretera. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, proporcionaba un equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo bien las irregularidades del asfalto sin sacrificar demasiado el aplomo en curvas. La transmisión manual de 5 velocidades, con un tacto directo, permitía exprimir al máximo el motor de 1.390 cc. En definitiva, una experiencia de conducción que, sin ser deportiva, resultaba gratificante y funcional.
Diseño y estética
El diseño del Renault Clio de 1998, en su versión de 3 puertas, es un reflejo de la estética automovilística de finales de los 90. Sus líneas redondeadas y compactas le otorgan una apariencia amigable y atemporal. La carrocería de 3 puertas acentúa su carácter juvenil y urbano. A pesar de sus dimensiones contenidas (3.773 mm de largo, 1.639 mm de ancho y 1.417 mm de alto), el diseño interior estaba pensado para maximizar el espacio, ofreciendo un habitáculo sorprendentemente amplio para sus ocupantes. El maletero de 255 litros, aunque no era el más grande de su categoría, resultaba suficiente para las necesidades diarias. En general, un diseño que, sin grandes alardes, cumplía con su función y se integraba perfectamente en el paisaje urbano de la época.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Renault Clio 3p 1.4 16v Tech Run de 1998 se ceñía a lo esencial, pero con elementos que marcaban la diferencia en su segmento. Su motor de gasolina de 1.390 cc, con 4 cilindros y 4 válvulas por cilindro, destacaba por su inyección indirecta, una tecnología que buscaba optimizar el rendimiento y la eficiencia. La potencia de 98 CV a 6.000 rpm y un par motor de 127 Nm a 3.750 rpm eran cifras respetables para un coche de su tamaño. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y tambores traseros, una configuración estándar en la época. La suspensión, con barra estabilizadora tanto delante como detrás, contribuía a una mayor estabilidad. Aunque carecía de las sofisticadas ayudas a la conducción actuales, su tecnología estaba orientada a ofrecer una experiencia de conducción fiable y eficiente.
Competencia
En el competitivo segmento de los utilitarios de finales de los 90, el Renault Clio 3p 1.4 16v Tech Run se enfrentaba a duros rivales. Modelos como el Peugeot 206, el Volkswagen Polo, el Ford Fiesta o el Opel Corsa eran sus principales contendientes. Cada uno ofrecía sus propias virtudes, ya fuera en diseño, equipamiento o prestaciones. El Clio se distinguía por su equilibrio general, su agilidad y un precio competitivo, lo que le permitía mantener una posición sólida en el mercado frente a estas alternativas.
Conclusión
El Renault Clio 3p 1.4 16v Tech Run de 1998 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un referente de su época. Su combinación de un motor enérgico, un diseño práctico y una conducción ágil lo convirtieron en una opción muy popular. Representa una era en la que la simplicidad y la funcionalidad eran clave, ofreciendo una experiencia de conducción honesta y sin pretensiones. Es un coche que evoca recuerdos de una época más sencilla, donde la conexión entre el conductor y la máquina era más directa. Un clásico moderno que aún hoy puede arrancar una sonrisa a quienes lo recuerdan o lo conducen.




