Renault Clio 3p 1.6 RXE · 90 CV (2000-2001)

1998
Gasolina
FWD
Automático 4v
Renault Clio - Vista 1
Renault Clio - Vista 2
Renault Clio - Vista 3
Renault Clio - Vista 4

Especificaciones y análisis del Renault Clio

Potencia

90CV

Par

131Nm

Consumo

7.8l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

12.9s

Vel. Máx.

175km/h

Peso

980kg

Precio

12,501

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 3 puertas

Maletero

255 L

Depósito

50 L

Potencia

66 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima90 CV / 66 kW
Par máximo131 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero255 L

Análisis detallado del Renault Clio 3p 1.6 RXE · 90 CV (2000-2001)

Descripción general

El Renault Clio de 1998, en su versión de 3 puertas y acabado RXE, se presenta como una opción compacta y funcional. Con un motor de gasolina de 1.6 litros y 90 CV, asociado a una transmisión automática de 4 velocidades, este modelo buscaba ofrecer comodidad y facilidad de conducción en el entorno urbano y en trayectos interurbanos. Su diseño, aunque discreto, reflejaba las tendencias de finales de los 90, priorizando la practicidad y la eficiencia.

Experiencia de conducción

Al volante del Clio 1.6 RXE, la sensación predominante es la de una conducción suave y relajada, gracias en gran parte a su caja de cambios automática. Los 90 CV son suficientes para moverse con agilidad en ciudad y mantener cruceros razonables en carretera, aunque no esperes una respuesta fulgurante. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, filtra bien las irregularidades del asfalto, ofreciendo un confort de marcha adecuado para su segmento. La dirección, sin ser la más comunicativa, cumple su función, haciendo que maniobrar sea sencillo. Es un coche que invita a un ritmo tranquilo, ideal para quienes buscan un transporte fiable y sin complicaciones.

Diseño y estética

El diseño del Renault Clio de 1998 es un reflejo de su época: líneas suaves y redondeadas, sin estridencias. La carrocería de 3 puertas le confiere un aspecto más juvenil y dinámico, aunque sacrifica algo de practicidad en el acceso a las plazas traseras. Los faros delanteros son de tamaño generoso y la parrilla frontal es discreta, integrándose armoniosamente en el conjunto. En el interior, la funcionalidad prima sobre el lujo, con un salpicadero bien organizado y materiales que, aunque sencillos, son duraderos. La visibilidad es buena en todas direcciones, lo que facilita la conducción y el aparcamiento.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Clio de 1998 se sitúa en la media de su segmento para la época. Su motor de gasolina de 1.6 litros y 90 CV incorpora inyección indirecta, una solución probada y fiable. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque no es la más moderna, ofrece una experiencia de conducción sin el estrés de cambiar de marcha manualmente. En cuanto a seguridad, cuenta con frenos de disco ventilados en el eje delantero y tambores en el trasero, una configuración estándar. La dirección asistida, aunque no se especifica su tipo, contribuye a la comodidad. No esperes grandes alardes tecnológicos, sino soluciones prácticas y funcionales para el día a día.

Competencia

En su momento, el Renault Clio 1.6 RXE compitió con una nutrida lista de utilitarios, como el Volkswagen Polo, el Ford Fiesta, el Opel Corsa, el Peugeot 206 y el SEAT Ibiza. Frente a ellos, el Clio destacaba por su confort de marcha y la suavidad de su transmisión automática, ofreciendo una alternativa interesante para quienes priorizaban la comodidad. Otros rivales como el Fiat Punto o el Citroën Saxo también presentaban opciones atractivas en el segmento, cada uno con sus propias fortalezas en diseño, equipamiento o comportamiento dinámico.

Conclusión

El Renault Clio 3p 1.6 RXE de 1998 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo un testimonio de la filosofía de Renault de ofrecer vehículos prácticos y accesibles. Su combinación de un motor fiable, una transmisión automática cómoda y un diseño funcional lo convierten en una opción sensata para quienes buscan un coche sencillo y económico de mantener. No es un coche para emociones fuertes, sino para el disfrute de la conducción diaria con un toque de confort. Un clásico que aún tiene mucho que ofrecer en términos de utilidad y encanto retro.