Especificaciones y análisis del Renault Mégane
Potencia
102CV
Par
200Nm
Consumo
5.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.3s
Vel. Máx.
186km/h
Peso
1150kg
Precio
18,710€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 4 puertas
510 L
60 L
75 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Renault Megane Classic 1.9 dCi Expression · 102 CV (2000-2003)
Descripción general
El Renault Mégane Classic 1.9 dCi Expression de 1999 es un sedán que, a pesar de los años, sigue evocando una sensación de familiaridad y practicidad. Con su motor diésel de 102 CV, prometía ser un compañero fiel para el día a día, ofreciendo un equilibrio entre rendimiento y economía. Su diseño, aunque discreto, buscaba la funcionalidad y la comodidad para sus ocupantes, características que lo hicieron popular en su momento.
Experiencia de conducción
Al volante de este Mégane, la sensación es de solidez y confort. El motor 1.9 dCi, con sus 102 CV y un par motor de 200 Nm a 1500 rpm, ofrece una respuesta adecuada para la conducción urbana y en carretera, sin grandes alardes pero con la suficiente energía para moverse con agilidad. La aceleración de 0 a 100 km/h en 12.3 segundos y una velocidad máxima de 186 km/h no lo convierten en un deportivo, pero sí en un coche capaz. La suspensión, de tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, filtra bien las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje suave. La dirección, de cremallera, es precisa y facilita las maniobras. El consumo combinado de 5.2 l/100km era un punto fuerte, haciendo de este Mégane una opción económica para el uso diario.
Diseño y estética
El diseño del Renault Mégane Classic de 1999 es un reflejo de la sobriedad y la funcionalidad de la época. Sus líneas son limpias y sin estridencias, buscando la atemporalidad. La carrocería de 4 puertas, con una longitud de 4400 mm, una anchura de 1699 mm y una altura de 1420 mm, ofrece un aspecto equilibrado. El maletero, con 510 litros de capacidad, es uno de sus puntos fuertes, destacando su practicidad. Las llantas de 15 pulgadas con neumáticos 185/60 R15 complementan su estética discreta y funcional. En el interior, la disposición de los elementos es lógica y ergonómica, priorizando la facilidad de uso y la comodidad de los pasajeros.
Tecnología y características
En el ámbito tecnológico, el Mégane Classic 1.9 dCi Expression de 1999 incorporaba lo esencial para su tiempo. Su motor diésel de inyección directa por conducto común y turbo era una muestra de la ingeniería de la época, buscando la eficiencia y el rendimiento. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque sencilla, era robusta y fiable. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de 280 mm en la parte delantera y tambores de 203 mm en la trasera, un estándar para su segmento. La dirección asistida facilitaba la conducción, y la suspensión con barras estabilizadoras en ambos ejes contribuía a una mayor estabilidad en carretera. Aunque no disponía de las avanzadas ayudas a la conducción actuales, ofrecía una experiencia de manejo segura y predecible.
Competencia
En su segmento, el Renault Mégane Classic 1.9 dCi Expression competía con modelos como el Opel Astra Sedán, el Ford Focus Sedán y el Volkswagen Bora. Frente a ellos, el Mégane destacaba por su confort de marcha, su amplio maletero y la eficiencia de su motor diésel. Su precio de 18.710 € lo posicionaba como una opción atractiva para aquellos que buscaban un coche familiar práctico y económico, sin renunciar a una buena calidad de construcción y un equipamiento adecuado para la época.
Conclusión
El Renault Mégane Classic 1.9 dCi Expression de 1999 es un coche que, a pesar de su edad, sigue siendo un testimonio de la ingeniería práctica y funcional. Su combinación de un motor diésel eficiente, un diseño sobrio y un interior espacioso lo convierten en una opción interesante para quienes buscan un vehículo fiable y económico. Es un coche que, con el mantenimiento adecuado, puede seguir ofreciendo un servicio leal y satisfactorio, demostrando que la sencillez y la robustez pueden ser virtudes duraderas. Es un compañero de viaje que, sin grandes pretensiones, cumple con creces su cometido.