Especificaciones y análisis del Renault Vel Satis
Potencia
139CV
Par
320Nm
Consumo
8.6l/100
Emisiones
226g/km
0-100 km/h
12.7s
Vel. Máx.
193km/h
Peso
1690kg
Precio
49,220€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
FWD
5 / 5 puertas
460 L
80 L
102 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Renault Vel Satis Initiale 2.2 dCi 140 CV Aut. (2008)
Descripción general
El Renault Vel Satis de 2005, en su versión Initiale 2.2 dCi de 140 CV con transmisión automática, se presentaba como una propuesta audaz y diferente en el segmento de las berlinas de lujo. Con un precio de 49.220 euros, buscaba ofrecer una alternativa distintiva a los modelos más tradicionales, apostando por un diseño vanguardista y un confort excepcional. Este vehículo, con su motor diésel de 139 CV y tracción delantera, prometía una experiencia de conducción suave y refinada, ideal para largos viajes.
Experiencia de conducción
Al volante del Vel Satis, la sensación predominante es de calma y serenidad. Su motor diésel de 139 CV, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 320 Nm de par a bajas revoluciones (1750 rpm), lo que se traduce en una respuesta suave y progresiva. La transmisión automática de 5 velocidades contribuye a una conducción relajada, sin brusquedades. La suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, está claramente orientada al confort, absorbiendo las irregularidades del asfalto con maestría. Sin embargo, esta configuración puede resultar en un balanceo perceptible en curvas rápidas, priorizando la comodidad sobre la agilidad deportiva. La dirección, aunque no es la más comunicativa, cumple su función en un coche de estas características. En definitiva, el Vel Satis invita a disfrutar del viaje, no a batir récords de velocidad.
Diseño y estética
El diseño del Renault Vel Satis es, sin duda, su rasgo más distintivo y polarizador. Con sus 4860 mm de largo, 1860 mm de ancho y 1577 mm de alto, rompe con las líneas convencionales de las berlinas de su época. Su silueta elevada y su parte trasera abrupta le confieren una presencia imponente y única. Las llantas de 18 pulgadas con neumáticos 245/45 R18 W refuerzan su imagen de coche de lujo. El interior, por su parte, es un derroche de espacio y materiales de calidad, con un diseño que busca la originalidad y el confort de sus ocupantes. Es un coche que no deja indiferente, o lo amas o lo odias, pero siempre llama la atención.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Vel Satis de 2005 incorporaba soluciones avanzadas para su época. Su motor 2.2 dCi de 139 CV cuenta con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, lo que le permitía ofrecer un buen equilibrio entre prestaciones y consumo para un diésel de su tamaño. La transmisión automática de 5 velocidades era un elemento de confort importante. En cuanto a seguridad, disponía de frenos de disco ventilados de 324 mm delante y discos de 300 mm detrás, garantizando una buena capacidad de frenado. Aunque no se especifican detalles de infoentretenimiento, es de esperar que un modelo Initiale contara con un equipamiento completo para la época, enfocado en el confort y la asistencia a la conducción.
Competencia
El Renault Vel Satis se enfrentaba a rivales de peso en el segmento de las berlinas de lujo, como el Mercedes-Benz Clase E, el BMW Serie 5 o el Audi A6. Sin embargo, su enfoque era diferente. Mientras sus competidores alemanes apostaban por la deportividad y la sobriedad, el Vel Satis ofrecía una alternativa más excéntrica, con un diseño arriesgado y un confort de marcha superior. También podría considerarse rival de modelos como el Citroën C6, que también buscaba diferenciarse por su diseño y comodidad, aunque llegó al mercado un poco más tarde. Su precio de 49.220 euros lo situaba en la parte alta del segmento, compitiendo directamente con versiones de acceso de sus rivales premium.
Conclusión
El Renault Vel Satis Initiale 2.2 dCi de 2005 es un coche que, a pesar de su controvertido diseño, ofrecía una propuesta de valor muy interesante. Su confort de marcha, su amplitud interior y su equipamiento lo convertían en un excelente compañero de viaje. No era el coche más rápido ni el más ágil, pero sí uno de los más cómodos y distintivos. Su motor diésel, aunque modesto en potencia, cumplía con creces para un uso tranquilo y eficiente. Es un vehículo para aquellos que buscan salirse de lo convencional y disfrutar de una experiencia de conducción relajada y lujosa, sin importar las miradas que pueda generar su estética única. Un coche con personalidad, sin duda.




