Especificaciones y análisis del Rover 200
Potencia
86CV
Par
170Nm
Consumo
5.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.9s
Vel. Máx.
170km/h
Peso
-kg
Precio
13,216€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 3 puertas
300 L
50 L
63 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Rover 220 D 3p · 86 CV (1999-2000)
Descripción general
El Rover 200 de 1995, en su versión 220 D de 3 puertas, se presentaba como una opción compacta y diésel en el mercado. Con un precio de 13.216 €, este modelo buscaba ofrecer una alternativa económica y funcional para el día a día, manteniendo la esencia de la marca británica.
Experiencia de conducción
Al volante del Rover 220 D, la sensación es de un coche honesto y sin pretensiones. Sus 86 CV y 170 Nm de par motor, entregados por un motor diésel de 1994 cc, permiten una aceleración de 0 a 100 km/h en 12.9 segundos y una velocidad máxima de 170 km/h. No es un coche para emociones fuertes, pero cumple con solvencia en trayectos urbanos e interurbanos. La caja de cambios manual de 5 velocidades ofrece un manejo directo, y el consumo combinado de 5.7 l/100km lo convierte en un compañero de viaje eficiente.
Diseño y estética
El diseño del Rover 200 de 3 puertas es clásico y atemporal, con líneas suaves y una estética que evoca la sobriedad de la época. Sus dimensiones compactas (3970 mm de largo, 1690 mm de ancho y 1420 mm de alto) lo hacen ágil en la ciudad, mientras que su maletero de 300 litros ofrece una capacidad razonable para su segmento. Las llantas de 14 pulgadas con neumáticos 175/65 R14 T complementan su imagen discreta.
Tecnología y características
En cuanto a tecnología, el Rover 220 D de 1995 se ciñe a lo esencial. Su motor diésel de inyección directa con turbo, con bloque de hierro y culata de aluminio, es un ejemplo de ingeniería robusta de la época. La suspensión delantera tipo McPherson y la trasera de rueda tirada con elemento torsional, junto con las barras estabilizadoras en ambos ejes, buscan un equilibrio entre confort y estabilidad. Los frenos de disco delanteros y de tambor traseros son adecuados para su rendimiento.
Competencia
En su momento, el Rover 220 D competía con otros compactos diésel del mercado, como el Volkswagen Golf III 1.9 TDI, el Opel Astra 1.7 TD o el Ford Escort 1.8 TD. Frente a ellos, el Rover ofrecía una alternativa con un toque británico distintivo, aunque quizás con un menor reconocimiento en términos de fiabilidad mecánica en comparación con algunos de sus rivales alemanes.
Conclusión
El Rover 200 220 D de 1995 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo un testimonio de una época. Es un vehículo práctico, económico en consumo y con un diseño que, aunque no deslumbrante, mantiene su dignidad. Para aquellos que buscan un clásico funcional y con un toque de historia automovilística, este Rover puede ser una opción interesante, siempre y cuando se tenga en cuenta su antigüedad y las limitaciones tecnológicas que ello implica.




