Rover 25 5p 2.0 D Classic (100 CV) · 101 CV (2000-2004)

2000
Gasóleo
FWD
Manual 5v

Especificaciones y análisis del Rover 25

Potencia

101CV

Par

240Nm

Consumo

5.2l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.7s

Vel. Máx.

182km/h

Peso

1130kg

Precio

16,413

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

304 L

Depósito

50 L

Potencia

74 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima101 CV / 74 kW
Par máximo240 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero304 L

Análisis detallado del Rover 25 5p 2.0 D Classic (100 CV) · 101 CV (2000-2004)

Descripción general

El Rover 25 5p 2.0 D Classic de 2000 es un compacto que, a pesar de su discreta apariencia, esconde un motor diésel de 101 CV que promete eficiencia y un rendimiento adecuado para el día a día. Este modelo, con su carrocería de cinco puertas, buscaba ofrecer una opción práctica y económica en el segmento, manteniendo un toque de la elegancia británica que caracterizaba a la marca.

Experiencia de conducción

Al volante del Rover 25, la sensación es de un coche honesto y sin grandes pretensiones deportivas. El motor diésel de 101 CV, con su inyección directa y turbo, entrega un par motor de 240 Nm a 2000 rpm, lo que se traduce en una respuesta enérgica desde bajas revoluciones, ideal para la conducción urbana y para adelantar con solvencia en carretera. La aceleración de 0 a 100 km/h en 10.7 segundos es respetable para su época y segmento. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, busca un equilibrio entre confort y estabilidad, aunque sin destacar por una agilidad excepcional. La dirección de cremallera, sin asistencia variable, ofrece una conexión directa con la carretera, aunque puede resultar algo pesada en maniobras a baja velocidad. El consumo combinado de 5.2 l/100km es uno de sus puntos fuertes, haciendo de este Rover una opción económica en el uso diario.

Diseño y estética

El diseño del Rover 25 es un reflejo de la estética de finales de los 90 y principios de los 2000, con líneas suaves y una silueta compacta. Sus 3990 mm de longitud, 1690 mm de anchura y 1420 mm de altura lo posicionan como un coche manejable en entornos urbanos. La carrocería de cinco puertas enfatiza su practicidad. Aunque no es un diseño que busque la extravagancia, su estética es funcional y atemporal, con detalles que evocan la tradición de la marca. El interior, aunque no se detalla en los datos, solía ofrecer un ambiente sobrio y bien rematado, con materiales que buscaban la durabilidad y una ergonomía sencilla.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Rover 25 2.0 D Classic de 2000 se presenta con las soluciones mecánicas habituales de su tiempo. Su motor diésel de 1994 cc, con inyección directa, turbo e intercooler, es el corazón de su eficiencia. La transmisión manual de 5 velocidades es la encargada de gestionar la potencia del motor, enviándola a las ruedas delanteras. En cuanto a la seguridad y el confort, los datos no especifican elementos avanzados, pero se espera que contara con los sistemas básicos de la época. La suspensión independiente delantera y semi-independiente trasera, junto con los frenos de disco delanteros y tambor traseros, conforman un conjunto mecánico probado y fiable.

Competencia

En su segmento y época, el Rover 25 2.0 D Classic competía con modelos como el Volkswagen Golf IV 1.9 TDI, el Ford Focus 1.8 TDCi o el Opel Astra 2.0 DTI. Frente a ellos, el Rover ofrecía un motor diésel competitivo en consumo y prestaciones, aunque quizás con una imagen de marca menos consolidada en algunos mercados. Su precio de 16.413 € lo situaba en una posición atractiva dentro de la oferta de compactos diésel de la época, buscando un equilibrio entre coste y equipamiento.

Conclusión

El Rover 25 5p 2.0 D Classic de 2000 es un compacto diésel que destaca por su eficiencia y un rendimiento adecuado para el uso diario. Su diseño discreto y funcional, combinado con un motor robusto y económico, lo convierten en una opción interesante para quienes buscan un vehículo práctico y de bajo consumo. Aunque no es un coche que emocione por su deportividad o por su tecnología de vanguardia, cumple con creces su función como medio de transporte fiable y económico, manteniendo un cierto encanto británico que lo diferencia de sus rivales más generalistas.