Rover 45 1.8 Classic (117 CV) Em-CVT 5p · 117 CV (2000-2002)

2000
Gasolina
FWD
Automático 6v
Rover 45 - Vista 1
Rover 45 - Vista 2
Rover 45 - Vista 3
Rover 45 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Rover 45

Potencia

117CV

Par

160Nm

Consumo

8.7l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.3s

Vel. Máx.

190km/h

Peso

1225kg

Precio

18,012

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 6v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

370 L

Depósito

55 L

Potencia

86 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima117 CV / 86 kW
Par máximo160 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito55 L
Maletero370 L

Análisis detallado del Rover 45 1.8 Classic (117 CV) Em-CVT 5p · 117 CV (2000-2002)

Descripción general

El Rover 45 1.8 Classic de 2000 es un sedán que, a pesar de su discreta apariencia, ofrecía una propuesta interesante en su segmento. Con su motor de gasolina de 117 CV y una transmisión automática de 6 velocidades, buscaba combinar la comodidad con un rendimiento adecuado para el día a día. Su precio de 18.012 € en su momento lo posicionaba como una opción a considerar para quienes buscaban un coche funcional y con un toque de distinción británica.

Experiencia de conducción

Al volante del Rover 45, la sensación general es de suavidad y confort. El motor de 1.8 litros, con sus 117 CV, ofrece una respuesta progresiva, ideal para una conducción relajada en ciudad y carretera. La transmisión automática, aunque no es la más deportiva, cumple su función de manera eficiente, haciendo los cambios de marcha de forma casi imperceptible. La suspensión, de paralelogramo deformable tanto delante como detrás, filtra bien las irregularidades del terreno, contribuyendo a un viaje placentero. Sin embargo, no esperes una experiencia de conducción emocionante; su enfoque está más en la comodidad y la tranquilidad.

Diseño y estética

El diseño del Rover 45 es un reflejo de la estética automotriz de principios de los 2000, con líneas sobrias y una silueta clásica de sedán de 4 puertas. Sus dimensiones compactas, con 4362 mm de largo y 1700 mm de ancho, lo hacían manejable en entornos urbanos. El interior, aunque no destacaba por lujos, ofrecía una disposición funcional y materiales que, para su época, eran aceptables. La capacidad del maletero de 370 litros era suficiente para las necesidades de una familia pequeña o para el uso diario. En general, un diseño que buscaba la elegancia discreta sin grandes alardes.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Rover 45 1.8 Classic de 2000 incorporaba lo que se consideraba estándar para su segmento en aquel entonces. Su motor de gasolina de 1.8 litros con inyección indirecta y 16 válvulas por cilindro era una mecánica probada. La transmisión automática de 6 velocidades, aunque no era de doble embrague, ofrecía una experiencia de conducción sin interrupciones. En cuanto a seguridad y confort, contaba con elementos básicos como frenos de disco ventilados delanteros y tambor traseros, y una dirección asistida que facilitaba las maniobras. No esperes grandes pantallas táctiles o sistemas avanzados de asistencia a la conducción, ya que estos no eran comunes en la época.

Competencia

En su momento, el Rover 45 competía en un segmento muy concurrido, enfrentándose a modelos como el Volkswagen Golf, el Ford Focus, el Opel Astra o el Renault Mégane. Frente a ellos, el Rover 45 intentaba diferenciarse con un toque de elegancia británica y un enfoque en el confort de marcha. Sin embargo, en términos de prestaciones puras o de innovación tecnológica, sus rivales europeos solían ofrecer opciones más modernas y dinámicas. Su consumo combinado de 8.7 l/100km era comparable al de sus competidores de gasolina de similar potencia.

Conclusión

El Rover 45 1.8 Classic de 2000 fue un coche que apostó por la comodidad y la funcionalidad, con un diseño clásico y un motor que cumplía sin grandes pretensiones. Era una opción sensata para quienes buscaban un vehículo fiable para el día a día, con un toque de distinción que lo diferenciaba de la masa. Aunque no destacaba por su deportividad o por su tecnología de vanguardia, ofrecía una experiencia de conducción agradable y un buen nivel de confort para sus ocupantes. Un coche que, a pesar de su discreción, dejó su huella en la historia de la marca.