Rover 45 4p 2.0 KV6 (Stepspeed) Club 150 CV (2004-2006)

2004
Gasolina
FWD
Automático 5v
Rover 45 - Vista 1
Rover 45 - Vista 2
Rover 45 - Vista 3
Rover 45 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Rover 45

Potencia

150CV

Par

185Nm

Consumo

9.8l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.2s

Vel. Máx.

200km/h

Peso

-kg

Precio

22,070

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

470 L

Depósito

55 L

Potencia

110 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima150 CV / 110 kW
Par máximo185 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito55 L
Maletero470 L

Análisis detallado del Rover 45 4p 2.0 KV6 (Stepspeed) Club 150 CV (2004-2006)

Descripción general

El Rover 45 de 2004, en su versión 2.0 KV6 Stepspeed Club de 150 CV, se presentaba como una berlina compacta con aspiraciones premium, buscando un equilibrio entre confort y un toque de distinción británica. Con un motor V6 y una transmisión automática, prometía una experiencia de conducción suave y refinada, aunque su diseño ya mostraba el paso del tiempo frente a competidores más modernos.

Experiencia de conducción

Al volante del Rover 45, la sensación predominante era de suavidad y confort. El motor V6 de 150 CV, aunque no era un derroche de potencia explosiva, ofrecía una entrega lineal y refinada, ideal para viajes largos y una conducción relajada. La transmisión automática Stepspeed contribuía a esta placidez, aunque a veces podía sentirse algo lenta en sus transiciones. La suspensión, orientada al confort, absorbía bien las irregularidades del terreno, pero no invitaba a una conducción deportiva. Era un coche para disfrutar del trayecto sin prisas, con una dirección que, si bien no era la más comunicativa, cumplía su función con corrección.

Diseño y estética

El diseño del Rover 45 de 2004 mantenía las líneas clásicas y elegantes que caracterizaban a la marca, aunque ya se percibía como algo conservador en comparación con la estética más atrevida de otros modelos de la época. Sus cuatro puertas y su silueta de berlina tradicional le otorgaban una presencia sobria y distinguida. En el interior, los materiales y acabados buscaban transmitir una sensación de calidad y calidez, con detalles que recordaban a la tradición automovilística británica, aunque algunos plásticos ya no estaban a la altura de los estándares más modernos.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Rover 45 de 2004 ofrecía lo esperable para su segmento y época, sin grandes alardes pero con lo necesario para una experiencia de conducción cómoda. El motor 2.0 KV6 destacaba por su configuración de seis cilindros y su sistema de admisión variable, buscando optimizar la entrega de potencia y la eficiencia. La transmisión automática Stepspeed de 5 velocidades era un punto clave, proporcionando una conducción sin interrupciones. En cuanto a equipamiento, incluía elementos como aire acondicionado, elevalunas eléctricos y un sistema de sonido, pero carecía de las innovaciones multimedia o de asistencia a la conducción que empezarían a popularizarse en años posteriores.

Competencia

En su momento, el Rover 45 competía en el segmento de las berlinas compactas con modelos como el Volkswagen Bora, el Ford Focus Sedán, el Opel Astra Sedán o el Peugeot 307 Sedán. Frente a ellos, el Rover intentaba diferenciarse con su motor V6, su enfoque en el confort y un toque de exclusividad británica. Sin embargo, muchos de sus rivales ofrecían diseños más modernos, una gama de motores más amplia y, en algunos casos, una mayor agilidad dinámica o un equipamiento tecnológico más avanzado.

Conclusión

El Rover 45 2.0 KV6 Stepspeed Club de 2004 fue un coche que apostó por la tradición, el confort y la suavidad de marcha. Su motor V6 y su transmisión automática ofrecían una experiencia de conducción relajada y refinada, ideal para quienes buscaban una berlina discreta pero con un toque de distinción. Aunque su diseño y tecnología ya no eran punteros, su encanto residía en esa personalidad británica y en la promesa de un viaje placentero. Fue un coche para disfrutar con calma, valorando la comodidad por encima de las prestaciones puras o la vanguardia tecnológica.