Rover 75 2.5 V6 Club · 177 CV (2004-2006)

2004
Gasolina
FWD
Manual 5v
Rover 75 - Vista 1
Rover 75 - Vista 2
Rover 75 - Vista 3
Rover 75 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Rover 75

Potencia

177CV

Par

240Nm

Consumo

9.6l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8.8s

Vel. Máx.

220km/h

Peso

1545kg

Precio

34,440

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

432 L

Depósito

65 L

Potencia

130 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima177 CV / 130 kW
Par máximo240 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito65 L
Maletero432 L

Análisis detallado del Rover 75 2.5 V6 Club · 177 CV (2004-2006)

Descripción general

El Rover 75 2.5 V6 Club de 2004 es una berlina que evoca una época de elegancia y distinción británica. Con su motor V6 y un diseño que prioriza el confort, se posiciona como una opción para quienes buscan un coche con carácter y un toque de lujo asequible. No es un coche para las masas, sino para aquellos que aprecian la sofisticación y una experiencia de conducción relajada.

Experiencia de conducción

Al volante del Rover 75, la sensación predominante es de suavidad y refinamiento. El motor V6 de 2.5 litros y 177 CV entrega su potencia de manera lineal y sin estridencias, invitando a una conducción tranquila y placentera. La suspensión, orientada al confort, filtra las irregularidades del asfalto con maestría, haciendo de cada viaje una experiencia serena. No esperes una deportividad desbordante, sino una marcha cómoda y silenciosa, ideal para largos trayectos o para disfrutar de la carretera sin prisas. La dirección, aunque no es la más comunicativa, cumple su función con precisión, y el cambio manual de 5 velocidades se maneja con fluidez, contribuyendo a esa sensación de control sosegado.

Diseño y estética

El diseño del Rover 75 es, sin duda, uno de sus puntos fuertes. Su estética retro-moderna, inspirada en los clásicos Rover de antaño, le confiere una personalidad única y atemporal. Las líneas fluidas, la parrilla prominente y los faros redondos le otorgan una presencia distinguida y elegante. En el interior, la atmósfera es de lujo clásico, con materiales de buena calidad, inserciones de madera y una disposición de los elementos que prioriza la ergonomía y el buen gusto. Los asientos son cómodos y envolventes, invitando a pasar horas a bordo. Es un coche que, a pesar de los años, sigue girando cabezas y transmitiendo una sensación de clase y buen gusto.

Tecnología y características

En 2004, el Rover 75 2.5 V6 Club ofrecía una tecnología adecuada para su segmento y época, aunque sin grandes alardes futuristas. Su motor V6 de 2.5 litros con inyección indirecta y admisión variable era un propulsor refinado y eficiente para su tamaño, entregando 177 CV de forma suave. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque no es la más moderna, cumplía su función con fiabilidad. En cuanto a la seguridad y el confort, incorporaba elementos como frenos de disco en las cuatro ruedas (ventilados delante), suspensión independiente en ambos ejes (McPherson delante y paralelogramo deformable detrás) y dirección de cremallera. Si bien no contaba con las últimas ayudas a la conducción que vemos hoy, su equipamiento estaba enfocado en proporcionar una experiencia de viaje cómoda y segura para sus ocupantes.

Competencia

En su momento, el Rover 75 2.5 V6 Club se enfrentaba a rivales de peso en el segmento de las berlinas medias-altas, como el BMW Serie 3, el Mercedes-Benz Clase C o el Audi A4. Sin embargo, el Rover se desmarcaba de ellos por su enfoque más clásico y su distintivo estilo británico, ofreciendo una alternativa para aquellos que buscaban algo diferente a las propuestas alemanas, más orientadas a la deportividad o la sobriedad. También competía con modelos como el Volvo S60 o el Saab 9-3, compartiendo con ellos un cierto aire de exclusividad y un enfoque en el confort y la seguridad.

Conclusión

El Rover 75 2.5 V6 Club de 2004 es un coche que, a pesar de su edad, sigue siendo una opción atractiva para quienes valoran la elegancia, el confort y un toque de distinción. Su diseño atemporal, su motor V6 suave y refinado, y su interior acogedor lo convierten en una berlina ideal para disfrutar de la carretera sin prisas. No es el coche más rápido ni el más tecnológico, pero ofrece una experiencia de conducción placentera y un encanto que pocos vehículos modernos pueden igualar. Es una pieza de la historia automotriz británica que aún tiene mucho que ofrecer a los amantes de los coches con personalidad.